Roban casi cuatro toneladas de castañas de una nave de Noceda
La escasa cosecha ha hecho que el producto se haya convertido en un artículo muy buscado.
Este año tampoco hubo robos en los sotos de castaños. L. DE LA MATA
M. F. | Ponferrada
Este año prácticamente no ha habido cosecha de castañas en el Bierzo y las que se han recolectado no son de gran calidad por la sequía. Los comercializadores de este preciado producto alimenticio lo están teniendo difícil dado que el productor apenas entrega kilos. Con estos precedentes, las castañas se han convertido poco menos que en un producto de lujo.
En medio de esta situación, los ladrones han puesto el ojo en las castañas y han acudido a uno de los lugares en donde más hay ya recolectadas. El ladrón o los ladrones entraron en la sociedad cooperativa Gistredo de la localidad de Noceda del Bierzo, a la nave de Castaña de Parede, se han llevado todos los sacos que han podido.
De hecho, los delincuentes se llevaron con una furgoneta un total de 3.900 kilos, según figura en la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil. Este periódico pido confirmar que, en efecto, en la cooperativa han echado en falta esas casi cuatro toneladas de castañas, aunque desde el centro agrario no han querido ofrecer más datos.
En el centro receptor de mayor producción de castañas de la zona del Bierzo Alto no habían entrado los ladrones hasta ahora, hasta esta campaña. Por eso, causó cierta sorpresa lo sucedido.
Los sucesos de robos de castañas se habían dado principalmente por la zona del Bierzo Oeste. De hecho, hace un par de años entraron en instalaciones del municipio de Trabadelo y también de Balboa.
Ayer, pulsando la opinión de varios productores y comercializadores de castañas de municipios del Bierzo Oeste coincidían en resaltar que en la presente campaña no han tenido pérdidas por robos. De hecho, consideran que, «no se puede robar lo que no existe», concluyen con cierta sorna o broma. Y ello porque las heladas primero, y luego la sequía, impidieron que los erizos crecieran y dieran finalmente su fruto.
«No hay nada que robar», decían ayer desde Balboa, al tiempo que explicaban que los dueños de castaños apenas entregan en esta campaña a 20, 25 o 30 kilos diarios, cuando en otros años esa cifra rayaba en lo ridículo.
En esa misma línea se pronunciaban desde Sobrado, en donde este año empezaron a pagarse las castañas a 2,5 euros el kilo y luego bajó a un euro.