Diario de León

EL BIERZO ■ INFRAESTRUCTURAS

Un desprendimiento en la CL-631 obliga a cortar el paso varios días

Técnicos de la Junta valoran hoy los daños del desplome registrado a la altura de Santa Cruz del Sil

El desprendimiento ha sido importante y la malla protectora colocada hace unos años no ha podido contener el escombro. L. DE LA MATA

El desprendimiento ha sido importante y la malla protectora colocada hace unos años no ha podido contener el escombro. L. DE LA MATA

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MARÍA CARRO | PONFERRADA
Ponferrada

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La climatología adversa de nieve y lluvia que parece haberse instalado en el Bierzo de manera permanente desde hace ya varios meses está empezando a hacer estragos en la comarca. Esta vez ha sido la carretera CL-631 que comunica Ponferrada y Villablino el escenario de un grave desprendimiento de tierra y piedras que obligará a cortar el tráfico, como mínimo, durante una semana, según informaron ayer fuentes de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia. El desplome de un talud se ha produjo a la altura de la localidad de Santa Cruz del Sil, en el municipio de Páramo, y afecta a un tramo comprendido entre los kilómetros 31 y 32, justo frente a las antiguas instalaciones mineras, por cuya explanada se desvió ayer al tráfico como paso alternativo. El problema principal es que siguen cayendo piedras de la parte más alta del talud y eso supone un grave riesgo tanto para los operarios que, ya desde ayer, trabajan en la retirada del escombro, como para los conductores ante una hipotética reapertura antes de tiempo.

La Junta de Castilla y León —titular de la carretera— trabaja bajo la premisa de garantizar en todo momento la seguridad y prevenir riesgos innecesarios. Por eso, ha decido decretar el corte total del paso de vehículos durante varios días. El plazo dependerá de la evolución del desprendimiento y de las obras que sea necesario acometer. Hoy mismo, se desplazarán a la zona el jefe de la Sección de Carreteras de la Delegación Territorial de la Junta y el jefe de Fomento para valorar los daños y determinar los pasos a seguir. No obstante, técnicos y operarios de la administración autonómica ya trabajan desde ayer en la limpieza de la carretera y del talud, así como para tratar de mantener la estabilidad.

Fue a las 8.00 horas de ayer cuando se decretó el corte total de la carretera CL-631 en este tramo, dado que el desprendimiento se originó en un intervalo de tiempo entre las 7.30 y las 8.00. No es la primera vez que se producen desplomes en la misma zona. El último se registró en 2016 y también obligó a cortar el tráfico y a colocar en el talud una malla protectora para asegurar el perímetro. Protección que no ha servido de nada en las últimas horas, ya que el corrimiento de tierra ha sido tan importante que se ha llevado por delante también parte de esta malla.

Durante el tiempo que la Junta de Castilla y León estime necesario para reabrir el paso de vehículos, las opciones de desvío del tráfico son varias. Además del paso provisional que se ha habilitado a través de la explanada en la que se ubican antiguas instalaciones mineras y que vuelven a dejar a los conductores en la CL-631 unos metros más adelante; también es posible sortear el corte tomando el desvío que, en Toreno, lleva hasta Fabero y, desde aquí, la carretera LE-711 que comunica directamente con la CL-631 a la altura del barrio del Hospital, en Páramo del Sil. Otra alternativa es tomar el desvío que, en Santa Cruz del Sil y cruzando las instalaciones mineras, lleva a Sorbeda y, ya aquí, tomar la LE-711 hasta el mismo punto.

El último desprendimiento en la carretera Ponferrada-Villablino ha vuelto a poner el foco en el estado de conservación de un vial que soporta una importante carga de tráfico y es la comunicación del Bierzo con Asturias.

Una máquina trabajaba ayer en la retirada de piedras. L. DE LA MATA

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