Priaranza asume que será difícil acometer la restauración este año
El alcalde de Priaranza, José Manuel Blanco, reconocía ayer que será difícil que la segunda fase de las obras de restauración del Castillo de Cornatel puedan estar listas antes de que acabe el verano. Con el proyecto a cargo del arquitecto responsable del Plan Director, Fernando Cobos, todavía en fase de redacción, según le han transmitido desde la administración autonómica, y con la necesidad de cumplir los plazos para adjudicar las obras en concurso público y el verano a las puertas, Blanco asumía ayer que será complicado que los obreros trabajen en la fortaleza antes de unos meses, o que incluso haya que esperar al año que viene si el invierno se echa encima.
La enmieda de la UPL para continuar la restauración de Cornatel permitirá acometer, sobre todo, la recuperación de la llamada Casa Colgante. Tras una primera fase que salvó a la fortaleza de la ruina hace tres lustros con un inversión de 1,2 millones canalizada a través de la Fundación del Patrimonio de Castilla y León —participada por la Junta y las cajas de ahorro— los 420.000 euros incluidos en el presupuesto de la Junta de este año incluían una excavación arqueológica previa a la consolidación de las ruinas del inmueble, cuyo estado en el recinto amurallado lleva años preocupando al Ayuntamiento de Priaranza y a la Asociación de Amigos del Castillo de Cornatel.
El procurador de la UPL Luis Mariano Santos llegó a visitar la fortaleza a finales del año pasado, tras el acuerdo con el PP para apoyar los presupuestos. El Ayuntamiento le entregó entonces una placa de agradecimiento.