Diario de León

EN BUSCA DE UN ACUERDO

Otero ve «innegociable» la captación de San Facundo y plantea rebajar la presa

El alcalde de Bembibre pide una solución a cuatro bandas con la Junta, CHMS y Diputación

Manuel Otero Merayo, alcalde de Bembibre, en una imagen de archivo. L. DE LA MATA

Manuel Otero Merayo, alcalde de Bembibre, en una imagen de archivo. L. DE LA MATA

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C. F. C. | PONFERRADA
Ponferrada

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«La captación de agua en San Facundo es innegociable, y en lo que respecta a la presa, buscaremos la mejor solución para Bembibre, tirarla, rebajar su altura para que deje de tener categoría de ‘gran presa’ o acondicionarla, pero siempre con la ayuda a cuatro bandas de la Junta de Castilla y León, La Confederación Hidrográfica del Miño Sil (CHMS) y la Diputación de León junto al Ayuntamiento». Así resumía ayer el alcalde de Bembibre, Manuel Otero, la posición que mantiene su equipo respecto al polémico embalse de San Facundo después de que el nuevo presidente de la CHMS, José Antonio Quiroga, apostara públicamente por derribar la presa en declaraciones recogidas por este periódico de su participación en el programa La Tertulia que La 8 emite en colaboración con Diario de León.

Otero, como ya había hecho cuando el anterior responsable de la CHMS, Francisco Marín defendió el rebaje de la presa, volvió a insistir en que «Bembibre no va a renunciar a sus derechos de captación en San Facundo». Y recordó que la toma de agua actual se encuentra «cincuenta metros más abajo de la presa» y el embalse colmatado de lodo —y por tanto sin poder desempeñar la función de almacenamiento de agua para el que el Ayuntamiento de Bembibre lo construyó en los años ochenta con ayuda de la Diputación— no afecta para nada a la captación, que es «irrenunciable». La toma de agua del pantano de Bárcena, recordó Otero, solo se usa en época de estiaje para garantizar el suministro, pero no puede ser la captación principal por el elevado coste del bombeo.

Sobre el futuro de la presa, Otero está abierto a las tres opciones que hay sobre la mesa, aunque insistió en que la más costosa sería la de adaptarla a la normativa de gran presa que no cumple en la actualidad porque podría suponer un desembolso de unos cuatro millones porque supondría contar con una persona a su cargo, un sistema de avisos y medidas para garantizar, entre otras cosas, el paso de las truchas río arriba para desovar.

Derribar la presa como ya recomendaban los técnicos de la CHMS bajo el mandato de Marín, costaría dos millones de euros, recordó Quiroga el miércoles. Y la opción más barata y que Bembibre no quiere descartar sin analizarla «a cuatro bandas» con las administraciones que deberían ayudar al Ayuntamiento, sería «rebajarla dos o tres metros, con lo que ya no estaríamos ante una ‘gran presa’ y los requisitos serían menores».

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