Abandonan la casa ocupada y su dueño denuncia que la han saqueado

Se fueron voluntariamente y en presencia de la Policía Local, a la que certificaron que lo hacían sin que nadie les echaba de la vivienda, cuenta el propietario que les ha denunciado. Pero el dueño de la casa de Cuatrovientos que ha sido víctima de un supuesto allanamiento y ocupación de su segunda residencia por parte de una pareja con un bebé y que ha penado durante todo el mes de febrero entre la Policía y los juzgados para iniciar un procedimiento de desalojo —en uno de los primeros casos que trascienden en el Bierzo— ha echado en falta, como se temía, objetos, enseres, herramientas y maquinaria valorados en unos tres mil euros cuando ha recuperado la casa.

La lista ya la ha entregado en el juzgado de Ponferrada que instruye la causa e incluye una tablet, un ordenador portátil, un radio despertador, un reloj de pared, dos despertadores, un juego de ocho ollas, una cubertería completa, un juego de platos y dos sartenes, cuatro juegos de sábanas y hasta seis bragas sin estrenar que guardaban en un armario, además de un edredón y tres mantas nuevas de invierno. Por desgracia, José F.A. y su hermano, que trabaja como albañil y guardaba herramientas en el cobertizo de la casa, también echan en falta una lijadora de ratón, una radial y un taladro a batería, todos de la marca Bosch, un martillo picador grande, un grupo de soldadura con su máscara, un juego de discos de vidia y hasta seis pellets con los que alimentaban la calefacción de la casa.

«Es evidente que los denunciados entraron a robar, basta comprobar la relación de bienes, máquinaria y enseres que se llevaron al marcharse, y una vez dentro de la vivienda, la ocuparon unos días, los justaos para poder preparar los medios para llevarse tranquilamente todo lo que han entendido oportuno», explica su abogado en el escrito dirigido al juzgado para aclarar que ya no es necesaria la media cautelar que habían solicitado, entrar en la vivienda para inventariar todos los objetos de valor, porque sus ocupantes la han dejado voluntariamente.

El propio José F.A —que mantiene la denuncia por robo, allanamiento y también por omisión de impedir delitos y promover su persecución porque insiste en que la Policía no ha hecho nada por detener a quienes habían entrado en su vivienda y cambiado las cerraduras— ha relatado a este periódico que se encontró por la calle con uno de los supuestos ocupas, días después de que su denuncia apareciera en este periódico, y el joven le anunció que iban a dejar la casa. Asesorado por su abogado, le pidió que le firmara un escrito para confirmar que se iban por voluntad propia. No lo hizo, asegura. Pero avisada la Policía Local, los agentes fueron testigos de cómo se iban por su propia iniciativa.

A la lista de objetos supuestamente robados hay que añadirle desperfectos en la cisterna del baño, las cerraduras de la puerta, tres cristales rotos y los consumos de agua y electricidad, asegura el denunciante, que ya ha cambiado de nuevo las cerraduras y tapiado las ventanas y las puertas con tablones para evitar que alguien más vuelva de nuevo a entrar en la vivienda.