La Miño-Sil tiene registrados más de 1.140 pozos e impuso 3 sanciones

La muerte del niño Julen, al caer a un pozo de agua en Totalán (Málaga) —caso que dio la vuelta al mundo tras ser rescatado 12 días después por una brigada de salvamento minero— ha hecho que las administraciones revisen la situación y se refuercen las medidas de control sobre este tipo de infraestructuras.

En la zona del Bierzo, según datos facilitados a este periódico por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, están contabilizados a día de hoy un total de 1.141 registros de concesiones y reconocimiento de este tipo de infraestructuras para uso privativo mediante pozos.

¿Cuáles son los requisitos para poder abrir un pozo y su mantenimiento? Desde la Confederación dan respuesta: El uso privativo del agua viene reglamentado en el texto refundido de la Ley de Agua. Para poder extraer agua de un pozo, se precisa por parte del organismo de cuenca una concesión administrativa, o bien el reconocimiento al uso privativo por disposición legal, en función de sus características. «Para los casos relativos al reconocimiento del uso privativo por disposición legal el procedimiento administrativo es muy sencillo, comprendiendo la solicitud por parte del interesado acompañada de diversa documentación (título de la propiedad, plano parcelario catastral, y un análisis químico y bacteriológico del agua cuando el uso sea para abastecimiento)», resaltan.

El procedimiento para otorgar una concesión administrativa para un aprovechamiento privativo del agua es más compleja e implica trámites de información pública y de concurrencia competitiva, puntualizan desde la Miño-Sil.

¿Cuántas multas se han impuesto en los últimos años por pozos de carácter ilegal y cuál es la infracción más frecuente? También responden desde el organismo de aguas del que depende el Bierzo: En la provincia de León se han resuelto en los últimos años varios expedientes sancionadores por extracción de agua de pozo sin título habilitante. El pasado año 2018 fueron 3 casos. En el 2017 fue un caso y en el 2016 no se registro ni uno. En lo que va de este 2019, cero.

Con estos controles sobre este tipo de infraestructuras se quiere evitar que pase lo sucedido aquel domingo 13 de enero de 2019, cuando Julen se encontraba pasando un día de campo con sus padres y familiares en Totalán (Málaga), cuando cayó a un pozo 25 centímetros de ancho y 103 metros de profundidad. Lo que sucedió mediáticamente los días siguientes es de todos conocido, con la apertura de infinidad de debates sobre el tema.