Bembibre vigilará el parque con cámaras tras un nuevo robo de la pareja de cisnes

Poco ha durado la pareja de cisnes que el Ayuntamiento de Bembibre compró en febrero para que habitara el estanque del parque Gil y Carrasco y sustituyera al último ejemplar que había sido robado durante las Navidades. La nueva desaparición de las dos aves menos a las pocas semanas de su llegada llevó ayer al alcalde, Manuel Otero, a anunciar la instalación de cámaras de vigilancia en el principal parque de la localidad para evitar que se vuelva a repetir lo que el regidor ha calificado como «hechos vandálicos».

«Se considera que la forma más efectiva (de evitar que se repita el robo) es la instalación de cámaras de vigilancia en el recinto, que controlen no solo la zona del estanque, sino la instalación en su totalidad una vez que se proceda al cierre del parque en horario nocturno», avisó Otero en una nota.

Mientras los técnicos han comenzado a estudiar los mejores emplazamientos para las cámaras, el alcalde calificó de «sinsentido vergonzoso» el robo de las dos aves. «Además de no molestar a nadie, eran una de las principales atracciones del parque Gil y Carrasco, para los mayores y fundamentalmente para los más pequeños», afirmó. Porque el robo «es un perjuicio hecho a todos los bembibrenses».