Diario de León

Agustín Arias Folgueral se convirtió ayer en el abuelo de Ponferrada tras cumplir un siglo de existencia

Un millón de horas vividas

Veterano de la guerra de África, agricultor y comercial del vino, Agustín Arias Folgueral, natural de Fuentesnuevas, cumplió ayer cien años

Publicado por
Pedro G. Cerezales Redacción - PONFERRADA.
Ponferrada

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Agustín Arias Folgueral es desde ayer un hombre centenario. Sobre sus hombros están presentes cien años de historia de la comarca, desde la implantación de la minería hasta la posguerra y la aparición de la democracia. El abuelo centenario afirma encontrarse estupendamente, en plenas capacidades físicas y mentales. Como muestra de ello, ha contado las horas y los días que ha vivido hasta la fecha, que llegan a sumar 1.360.000 horas y 36.500 días. El secreto para conservarse tan bien es muy sencillo: Agustín casi no bebe, no fuma, y cada día desayuna un vaso de agua, otro de leche y después un poco de sopa. También asegura una buena alimentación es básica. Su barrio natal, Fuentesnuevas, lo recuerda de una forma muy diferente cuando era más joven. En aquella época, el medio de subsistencia era básicamente la agricultura. Agustín alude al progreso de la técnica agrícola de una forma muy peculiar: «para hacer hoy el trabajo que se consigue con cuatro tractores, se necesitaba en mi juventud cien parejas de vacas». El centenario trabajó casi siempre como agricultor, aunque también se dedicó a la venta de vino durante algún tiempo. De ésta última etapa recuerda que «se ganaba poco, pero también se gastaba poco». El servicio militar lo realizó en Valladolid, pero después que se trasladase con su compañía a la guerra de Marruecos, Agustín actuó como oficial sanitario. La posguerra la recuerda como un periodo de hambre, pobreza y de pocos recursos. Al no haber medios de comunicación, las noticias del extranjero, como por ejemplo, de la Segunda Guerra Mundial, llegaban a sus oídos a través de coplas y del conocimiento popular. Agustín recuerda que su madre trabajó en la creación de las vías para el tren, donde también estaban empleados cientos de bercianos. Una de las pocas diversiones con que con contaban las personas en la posguerra eran las ferias de los pueblos. Agustín y los de su quinta compraban siempre alpargatas nuevas para poder bailar durante toda la noche. Una fiesta con cien velas Con motivo de su cumpleaños, sus cuatro hijos, dieciséis nietos y diecisiete biznietos han organizado una gran fiesta para toda la familia, que tendrá lugar este sábado en las cercanías de la terminal de camiones de Ponferrada.

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