20.000 almas en el cementerio

Apostados en los principales cruces de la ciudad, la labor de los agentes de tráfico trató en todo momento de hacer más fluido el tránsito de vehículos hacia el cementerio. La Concejalía de Tráfico había hecho un llamamiento a los ponferradinos para que usaran el transporte público, con servicios especiales dispuestos en el día de ayer, y evitaran desplazarse en coche hasta el cementerio, donde apenas hay sitio en el aparcamiento para medio millar de vehículos. Y el llamamamiento funcionó, porque los agentes estimaron que a lo largo del día 4.000 vehículos particulares se acercaron hasta el cementerio, casi la mitad que el pasado año, cuando la cifra estimava rondó los 7.000 automóviles. El momento de mayor afluencia de personas al camposanto se produjo en las primeras horas de la tarde, para asistir a la Misa Mayor, que reunió a unas 7.000 personas. Los mayores problemas para el tráfico se registraron precisamente a partir de la conclusión del oficio religioso, cuando se produjeron algunos embotellamientos de vehículos que volvía a la ciudad. El concejal de Tráfico, Ricardo Miranda, no dejó de agradecer a los ponferradinos su buen talante en los momentos de mayor retención. La ampliación de la zona de nichos en Montearenas ha recortado las dimensiones del aparcamiento, circunstancia que también influyó en la menor afluencia de vehículos particulares. En el cementerio de Montearenas se vienen produciendo entre 350 y 400 enterramientos al año, según cálculos del Ayuntamiento. Las escenas de recogimiento y reflexión se repitieron en todos los cementerios, grandes y pequeños, repartidos por la geografía berciana.