Diario de León

Pisando las calles de Ponferrada

El alcalde mantiene las matas de estramonio en la calle y se dedica a su defensa en las redes

Olegario normaliza lo sucedido al recomendar leer sobre el hecho de que la planta de la burundanga nace en cualquier lugar

Una de las matas de estramonio, base de la burundanga, ayer en la acera de la calle Manuel Fraga. L. DE LA MATA

Una de las matas de estramonio, base de la burundanga, ayer en la acera de la calle Manuel Fraga. L. DE LA MATA

Ponferrada

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Ha pasado un día desde que este periódico publicara que en la calle Manuel Fraga de Ponferrada, en el barrio de la Rosaleda, crecen en la acera varias matas de un metro de altura de una planta llamada estramonio, con la que se produce la burundanga, una temida droga alucinógena que ha causado problemas a quien se la han suministrado.

El alcalde de la ciudad, Olegario Ramón, conocedor de la situación, no ordenó ayer retirar el escandaloso matorral de hierbas venenosas de la calle, por la que transitan a diario numerosas personas que viven en los edificios colindantes. Lejos de hacerlo, se dedico a defenderse con sus argumentos en las redes sociales. Las polémicas plantas, al cierre de esta información, seguían en el lugar sin ser retiradas. Nadie lo ordenó y a nadie de los que dirigen el consistorio le preocupó, al menos en la pasada jornada

El periodista que escribe esta información pidió ayer 15 de agosto por escrito una reacción oficial del Ayuntamiento a su jefe de prensa. Hasta en tres ocasiones le solicitó que preguntase a Olegario Ramón si dejará seguir creciendo las plantas de un metro de alto en la acera del populoso barrio de la Rosaleda. La respuesta recibida del regidor fue siempre el silencio, en los tres casos de la pregunta. Nada de nada en ese sentido.

Normalizar lo sucedido

En cuanto a la reacción oficial solicitada del Ayuntamiento —dado el desconcierto existente en el vecindario, al enterarse de lo que tienen en su calle— la respuesta municipal fue remitir al periodista unos enlaces de Internet, de periódicos, con reportajes en los que se indica que el estramonio crece por muchos lugares (algo ya publicado en Diario de León).

Eso sí, desde el consistorio que dirige Ramón obviaron y no dijeron nada de que esas plantas venenosas se encuentran en una calle céntrica de Ponferrada, y que son visibles por el alto volumen que ocupan en la acera —sean o no venenosas—, como en este caso lo son. Incluso peligrosas si caen en manos de desaprensivos.

Olegario Ramón, tras publicar en sus redes sociales que el estramonio crece por muchos lugares con normalidad —sin citar para nada que lo hace en la acera de una calle de un barrio céntrico de la ciudad que gestiona—, y dando a entender que eso es una cosa normal, desató las reacciones de sus seguidores en Internet.

Silencio por respuesta
Hasta en tres ocasiones se le preguntó al regidor si ordenará la retirada del matorral de estramonio

Muchos de ellos cargaron contra el informador, en vez de buscar soluciones contra una planta altamente tóxica en plena calle. Todo, hasta el punto que desde una cuenta oficial de una institución cultural pública, municipal, se apoyaba a Olegario Ramón con un « Me divierte » lo que está sucediendo y, (al cierre de esta información) ayer todavía no se había subsanado lo denunciado con una sencilla orden de retirar del lugar el estramonio.

Después de insistir por escrito la reacción oficial, la respuesta dada como «oficial» desde el Ayuntamiento de Ponferrada fue el copiado de varios enlaces de Internet en los que se dice, por ejemplo, que hay muchas plantas y árboles que son peligrosas si se utilizan mal, como es el tejo.

El tejo para desviar la atención

Como argumento político para quitarle importancia al hecho objetivo de que en una calle de Ponferrada crezcan llamativas matas de un metro de alto en las aceras (lo que desde la oposición han criticado por la visión de «dejadez» que ofrece al viandante), desde el Ayuntamiento echaron mano de desviar la atención hacia el hecho —también objetivo— de que por ahí hay muchos peligros en potencia. Y para argumentar también políticamente que no hay nada malo en que crezca la planta de la que sale la burundanga en la acera de un barrio residencial, citaron por escrito, de forma «oficial» la existencia del tejo de San Cristóbal. Y de nuevo, silencio ante la pregunta de si retirarán de la calle de su ciudad las matas que portan la temida escopolamina alucinógena.

Curiosos y vecinos

Un fotógrafo de este periódico permaneció de guardia en el lugar. Durante el día, sólo vecinos y curiosos se pasaron por la calle Manuel Fraga para comprobar que lo publicado por este diario era cierto. El asunto se ha convertido en el tema de los principales comentarios de calle y bar.

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