Diario de León

Detenido un edil de Villafranca tras un altercado con la Guardia Civil en un bar

El concejal de Cultura se encaró a los agentes cuando pidieron la licencia del local en el que estaba

El concejal forcejeó con los agentes en la calle. DL

El concejal forcejeó con los agentes en la calle. DL

Ponferrada

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El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Villafranca del Bierzo, Juan Rasilla, se enfrenta a un delito de atentado contra la autoridad después de desafiar y resistirse a dos agentes de la Guardia Civil cuando entraron en el bar Pitillo de la localidad para solicitar a su propietario la licencia ante el evidente incumplimiento del horario del cierre. Eran las cinco de la madrugada y el concejal, que estaba acompañado de un grupo de amigos, no parecía dispuesto a poner fin a una noche de fiesta, la del sábado, que terminó en el calabozo del cuartel de Cacabelos.

Varios vídeos difundidos a través de redes sociales y grabados por los acompañantes del concejal detenido dan cuenta de los hechos. En uno se puede ver a Juan Rasilla ya sujetado por los dos guardias civiles en la plaza Mayor de Villafranca del Bierzo. Hasta allí había escapado tras encararse con ellos en el bar y zafarse del primer intento de detención. De hecho, según el relato de los testigos, el edil fue sujetado con la pared del propio bar. 

Logró escapar de ese primer envite pero fue apresado en la plaza y, a su alrededor, el grupo de personas con las que estaba le pedían que se tranquilizara. Él llamaba insistentemente a una de ellas, negándose a entrar en el coche patrulla, mientras quien grababa el vídeo amenazaba a los agentes diciéndoles que se les iba a «caer el pelo». Ya antes habían aludido a su condición de concejal como si ello fueron un salvoconducto.

«Está grabado. Tranquilo Juan, que está grabado, que están grabados los dos», repetía insistentemente el amigo que se dedicó a filmar la escena y que también se dirigió a los agentes. «¡Eh, esa manita! ¡Esa manita, campeón!. Haced lo que queráis que está todo grabado. Estáis quedando como el puto orto, tío; que es concejal, campeón. Es concejal, ¿sabes?», les repetía a los guardias civiles.

«¡Merche, llama a mi madre!» se le acierta a escuchar al concejal de Cultura de Villafranca del Bierzo mientras es sujetado por dos agentes contra la verja de uno de los locales comerciales de la plaza, donde también está el ayuntamiento al que este edil del PP representa. Antes había pedido también que se llamara al alcalde.

La detención de este concejal ha dado para mucho en las redes sociales. La noticia no solo ha corrido como la pólvora, sino que hasta se han escrito relatos, algunos cargados de ironía, que cuentan lo sucedido una vez que la Guardia Civil entró en el local y solicitó la licencia. Eso despertó rápidamente la conducta que terminó con el edil detenido.

En «un primer acercamiento hacia la pareja de guardias civiles, a modo de defensa y como figura institucional, se encaró por primera vez a uno de ellos. Todo el mundo al verlo fue a tranquilizarlo y sacarlo de ahí:  Para, déjalos que Toño lo está arreglando. Solo será una multa por pasarse dos horas del cierre . Él, ya separado e intentado calmarse estalló y, esta vez sí, fue a por la Guardia Civil». Así recoge uno de los relatos escrito y difundido por un testigo lo que pasó dentro del bar Pitillo.

Después, «le pusieron contra los percheros» y «todo cambió». «Gritos, abucheos, móviles grabando». Así continuó la escena según quienes estuvieron allí. El concejal forcejeaba con los agentes y escapó hasta la plaza donde fue alcanzado por ellos.

«Lo empujaban, él se revolvía. Lo recogían, él se revolvían, escapaba, corría por la plaza... Una de las veces lo metieron al coche y la gente gritaba:  ¡Hijos de puta, le hacéis daño. Está todo grabado! », recoge el relato al que ha tenido acceso este periódico.

Pero la cosa no quedó ahí: «Una de las veces, huyó hasta las jardineras y cayó al suelo, al agarrarlo de nuevo los guardias, le arrancaron la ropa». Y así aparece sin camiseta en parte de las grabaciones que se han hecho públicas.

La escena protagonizada por el edil de Cultura de Villafranca se alargó un rato más hasta que, finalmente, el concejal fue detenido y llevado al calabozo. Ahora tendrá que responder ante la autoridad judicial.

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