El Bierzo seduce a los reyes de Bélgica
Felipe y Matilde pasan desapercibidos al hacer el Camino de Santiago por la comarca con su hija pequeña y unos amigos
Los reyes de Bélgica concluyeron ayer por la tarde en Villafranca el Camino de Santiago a su paso por el Bierzo, continuación del periplo que les llevó el año pasado por la otra parte jacobea de la provincia, en el entorno de León capital.
La caminata se inició a primera hora de la mañana en la bajada de Foncebadón. Felipe de Bélgica y su mujer Matilde llegaron el pasado domingo al parador de Villafranca acompañados por su hija pequeña, Leonor, y un grupo de amigos, entre ellos un sacerdote.
El parador villafranquino ha sido desde entonces su centro de operaciones, donde han pernoctado todas las noches. Desde allí, se han movido con discreción, como unos peregrinos más, primero hasta la parte de Astorga, donde iniciaron el recorrido el pasado martes, y ayer en el Bierzo.
A Felipe y Matilde se les pudo ver ayer en Cacabelos con una discreta seguridad compuesta por agentes de la Policía Belga y la Guardia Civil a su paso por el río Cúa.
El viaje privado de los reyes Felipe y Matilde por el Camino de Santiago comenzó en Navarra en 2017, continuó en Álava y Logroño y el tercer año su peregrinación se realizó entre Burgos y Palencia. El pasado año recorrieron Tierra de Campos y llegaron hasta tierras maragatas, y en esta ocasión han elegido el Bierzo para seguir su ruta hacia Santiago de Compostela. Está previsto que su próxima parada estos días de Semana Santa sea Sarria, en la provincia de Lugo.
Los reyes y su hija iban con ropa de sport. La reina Matilde con un fular para protegerse del sol, pantalón azul, camiseta blanca y una mochila y el rey, con un sombrero de paja, camisa roja, pantalón ocre y jersey azul claro atado a la cintura. Para caminar se ayudaba de dos bastones típicos de peregrino. El día les acompañó; incluso con calor a primera hora de la tarde. Durante el recorrido se han mezclado con otros peregrinos y han sido reconocidos por algunos caminantes belgas y franceses, a los que han saludado. Cada uno a ido a cierta distancia por motivos de seguridad, primero la princesa Leonor, que iba con un grupo de amigas de su misma edad, después la reina y en último lugar el rey belga.
Su viaje a España es estrictamente privado. De hecho, no aparece en la página web de la Casa Real, donde la última referencia habla de los Invernaderos Reales de Laeken, que abrirán hoy al público. En todo momento, su visita estuvo controlada por los servicios de seguridad sin que los reyes hicieran ninguna declaración pública sobre qué les ha parecido el Bierzo.