EL DÍA DESPUÉS DEL GRAN INCENDIO
Embutidos Santa Cruz busca nueva ubicación y confía en recibir apoyo de la Junta
El futuro de 50 empleados está en el aire y quiere reiniciar la producción para suministro propio
El administrador de Embutidos Santa Cruz, José Antonio Otero, trata todavía de asimilar la destrucción de la empresa que empezó a levantar en 1990 y que el fuego se ha llevado por delante en unas pocas horas. A expensas de conocer qué dice el informe sobre las posibles causas del incendio que arrasó, ayer, las instalaciones de esta industria cárnica ubicada en el Polígono Industrial del Bierzo Alto (Bembibre), Otero trata de buscar un solución para mantener, al menos, la producción suficiente que le permita suministrar a sus almacenes y tiendas propios.
Aunque el núcleo central de fabricación, curado y despiece de Embutidos Santa Cruz estaba en Bembibre, donde también mantiene abierta una tienda, la empresa tiene establecimientos de venta en Barcelona y Madrid y almacenes en Canarias y Barcelona. Son, en total, medio centenar de trabajadores que ahora se enfrentan a un futuro inmediato incierto.
Que el fuego se declarara a media tarde del viernes, a las puertas de un fin de semana, no ayuda a agilizar los trámites; pero los dueños de Embutidos Santa Cruz ya están buscando una nave que les permita reiniciar la fabricación para sí mismos y, si es posible, "un poco más", aseguró José Antonio Otero. Lo ideal, explica el administrador, es que "estuviera cerca", pero las instalaciones deben cumplir con unos requisitos mínimos por tratarse de una industria cárnica. La existencia de cámaras de frío y otros condicionantes dificultan esta búsqueda.
"Ya nos han ofrecido dos o tres naves, pero no nos valen", afirmó Otero. También otra industria cárnica próxima se ha puesto en contacto con ellos para ofrecer sus zonas de almacenamiento en frío. "Me llamaron de otra empresa del polígono para ofrecernos sus instalaciones para guardar lo que pudiéramos, pero como no guardemos cenizas", se lamentó el dueño de Embutidos Santa Cruz.
Habrá que derribar lo que ha quedado en pie
Las tres naves han quedado en estado de ruina. Son insalvables y habrá que derribar lo que ha quedado en pie. A falta del informe técnico que lo acredite, el jefe del servicio de Bomberos de Ponferrada, Olivier Bao, ya lo confirma. De hecho, los efectivos de extinción de incendios tan siquiera pudieron acceder al interior de la nave. Hicieron todo el trabajo desde fuera y se centraron en evitar que las llamas se propagasen a las instalaciones colindantes de la empresa CBH. En ello estuvieron hasta las cinco de la madrugada.
Me llamaron de otra empresa del polígono para ofrecernos sus instalaciones para guardar lo que pudiéramos, pero como no guardemos cenizas
"La nave ha quedado destruida, la cubierta ha colapsado por completo y hay daños estructurales muy importantes. Dentro no pudimos acceder, no quedó nada que salvar y no tiene sentido acceder para sufrir un accidente. Nos centramos en cortar la propagación a las tres naves de la empresa de al lado y la idea inicial era que no íbamos a poder cortar el fuego sin que les afectara", explicó Bao, dando cuenta de la envergadura del incendio. Al final, los bomberos lograron parar el fuego, pero no evitar daños en la cubierta y en las paredes de las instalaciones de CBH.
Diez bomberos de Ponferrada, dos bomberos de la Diputación de León llegados de Astorga y dos voluntarios de Bembibre participaron en las labores de extinción, ayudados también por dos vehículos forestales que aportaron agua y otras cinco personas. Un gran dispositivo para controlar el fuego que se retiró bien entrada la madrugada, aunque los bomberos han tenido que regresar a la zona esta mañana por "pequeños focos" que hay que atajar.
Ardieron hasta las escrituras
De los 5.000 metros cuadrados de la fábrica de Embutidos Santa Cruz ya no queda más que el recuerdo. Ardió todo. Se quemaron las instalaciones, la producción, los equipos informáticos, toda la documentación y hasta las escrituras, explica su administrador. "Hemos perdido todo y ya está el notario tratando de recuperar las copias que haya", asegura José Antonio Otero.
No sé cómo vamos a hacer. No sé si habrá que hacer un Erte o qué. Haremos lo que autorice la ley y espero que la administración nos apoye
Además de tratar de buscar una ubicación para reiniciar la fabricación a pequeña escala, la empresa tendrá que decidir qué hacer con los trabajadores. Habrá que esperar al lunes para ello y Otero confía tener el respaldo de la administración como así lo han tenido otras industrias calcinadas en Castilla y León en los últimos años.
"No sé cómo vamos a hacer. No sé si habrá que hacer un Expediente de Regulación de Empleo o qué. Haremos lo que nos autorice la ley. Espero que la administración nos apoye", afirmó el propietario de Embutidos Santa Cruz.
La alcaldesa de Bembibre, Silvia Cao, ya se ha puesto en contacto con los propietario de Embutidos Santa Cruz y ha brindado el apoyo de la administración a la que representa. Aunque asegura que el Ayuntamiento no dispone de ninguna línea de ayudas para estos casos, sí confía en que otras administraciones superiores de involucren y ha asegurado haber recibido llamadas tanto de la Delegación del Gobierno en Castilla y León como de la Subdelegación del Gobierno para interesarse por lo decidido.
"Me ha llamado el subdelegado del Gobierno y me ha dicho que va a trasladar el caso al Ministerio para ver qué tipo de ayudas se les puede ofrecer", afirmó Cao.
Las otras industrias alimentarias que se quemaron en Castilla y León
Que el administrador de Embutidos Santa Cruz asegure confiar en que la administración, básicamente la Junta de Castilla y León, les apoye tiene un porqué. Otras industrias alimentarias ardieron primero y la Junta se volcó con ellas desde el primer momento para asegurar la situación de sus trabajadores y también un renacimiento. Y así fue, todas renacieron.
En la misma situación se encontraron las factorías leonesas de Embutidos Rodríguez e Iberabi, así como Campofrío (Burgos), Cascajares (Palencia), Ornua (Ávila) y Cobadu (Zamora). Ardieron entre 2014 y enero de este mismo año y todas recibieron apoyo económico y social de la Administración autonómica, en forma de ayudas directas y/o descuentos fiscales.