Histórico líder sindical y defensor del tren en el Bierzo
José Manuel Vidal, cuando fue candidato a la Alcaldía. DE LA MATA
Cuesta escribir un obituario de alguien a quien conoces, con quien has compartido muchas tardes de chateo, a quien todavía el otro día, el pasado jueves, enviaste un mensaje para volver a quedar. De José Manuel Vidal se podrán decir muchas cosas, pero ninguna mala. Y no porque en los obituarios se destaque lo bueno. Era así. Afable, conversador, tertuliano... y sobre todo y ante todo, ferroviario.
La noticia de su muerte se extendió ayer como la pólvora por toda Ponferrada, a donde había vuelto a trabajar hace un par de años en la taquilla de la estación de Renfe. El pasado lunes no fue al trabajo y sus amigos se inquietaron porque no sabían nada y llamaron a la Policía a primera hora. Su cuerpo apareció en su casa, aparentemente sin vida por causas naturales. No se conectaba al whatsapp desde las once de la noche del domingo.
Vidal era ferroviario por los cuatro costados. Para los compañeros de la web Me presta el Bierzo hizo un repaso a su vida, que ahora nos sirve a todos para valorar aún más si cabe el hilo conductor de su trayectoria vital: hacer amigos.
Su padre trabajó en los talleres de La Placa y muy joven, con 19 años, también él se subió al tren de Renfe, que conocía desde pequeño. Primero vivió en Flores del Sil y más tarde en la avenida del Ferrocarril del barrio de La Estación, donde residía y donde ayer se confirmaron los peores presagios.
José Manuel Vidal ha muerto a los 60 años, cuando mejor le iba la vida. Muchos le conocimos porque fue secretario de Transportes, tanto a nivel de Bierzo, como de León, y también de Castilla y León. Aunque en los últimos años se había refugiado solo en sus colaboraciones en Es Radio y con Jaume Segalés, el Bierzo debe mucho a Vidal por dar la cara para exigir el Ave a Ponferrada o en la lucha por salvaguardar el legado del antiguo ferrocarril de la Minero, con el Museo de Ponferrada que conserva parte de sus locomotoras, o con el Ponfeblino. Una placa en su recuerdo no estaría de más en la vieja estación de MSP de la capital del Bierzo. Como sindicalista, trabajó con firmeza para reclamar derechos para todos los sectores implicados en su Secretaría: ferroviarios, transportistas, taxistas...
Para los periodistas, siempre fue un amigo. Cuando era secretario de Transportes de UGT, siempre tenía un titular que dar para abrir el informativo del lunes o esa página que no se sabe con que llenar.
Forofo de la Ponferradina, acudía a todos los partidos en su asiento de socio y fuera también.
También pasó por el PSOE como militante y fue candidato de Unión Progreso y Democracia (UPyD) a la Alcaldía de Ponferrada.
Repasando la hemeroteca de este periódico, en las elecciones de 2011 prometió apoyar la llegada a Ponferrada de una fábrica de componentes eólicos, su total apoyo al comercio y comprometer la construcción de un parking de estancia gratuita para los consumidores del Mercado de Abastos «que presenten ticket de compra».
Todavía hace unos meses, al recordar la muerte de su referente Nicolás Redondo, Vidal no olvidaba las últimas palabras del histórico líder al frente del sindicato, que también valen para su obituario: «Adelante. Viva la UGT».