Ponferrada se viste como Rita Hayworth en ‘Gilda’ y la indiscreta Indrig Bergman

Cuando la actriz Rita Hayworth cantó 'Put the Blame on Mame' en la película Gilda , llevaba puesto un vestido negro de satén con escote palabra de honor que acentuó la imagen de mujer fatal, moderna y desinhibida capaz de improvisar un estriptis. Ese vestuario marcó una de las escenas más famosas de la historia del cine. Eran los años 40. El mismo peso tuvo, para la industria cinematográfica y el mundo de la moda, el diseño color marfil con bordados negros que Givenchi creó para que Audrey Hepburn se pusiera en otra escena icónica, esta de la película Sabrina (1954) de Billy Wilder.

Son solo dos ejemplos de vestidos emblemáticos del cine clásico que ni Hollywood ni los cinéfilos ni los amantes de la moda olvidan y que han sido recreados, copiados y parodiados en numerosas ocasiones. También miniaturizados como elementos de colección. Y eso, precisamente, es lo que ya se puede ver en Ponferrada, en una exposición organizada por la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo que ocupa uno de los soportales de la plaza de la Encina. ‘Vestidos inolvidables’ se titula y todas las piezas pertenecen a la colección personal de Carmen Gómez, una profesora de Biología jubilada y fiel al coleccionismo.

En la muestra está, así mismo, el vestido blanco plisado más famoso de todos los tiempos, el que Marilyn Monroe se puso para colocarse sobre una rejilla de ventilación del metro en la esquina de Lexington Avenue con East 52nd Street (Nueva York) en La tentación vive arriba . Otro mito.

También Marilyn lanzó al firmamento de la moda y del cine un vestido rosa fucsia con guantes largos del mismo color en Los caballeros las prefieren rubias y también está entre las piezas en miniatura que permanecerán expuestas en este espacio del casco antiguo durante todo el mes de febrero.

El vestido rojo que Nicole Kidman llevó en Moulin Rouge , el pomposo de tono champán que la actriz Glenn Close se puso en Las amistades peligrosas y uno de los que Lauren Bacall vistió en Cómo casarse con un millonario también están entre esos ‘Vestidos inolvidables’. Tampoco falta el rosa que Ingrid Bergman llevó en la comedia romántica Indiscreta .

El vestuario no solo ayuda a construir el personaje y que el espectador entienda mejor su manera de pensar. También construye historia por sí mismo y lanza claros mensajes de trasfondos social y/o político. El vestuario es una parte esencial de la industria del cine y esta exposición repasa su historia imprescindible a través de varias piezas de colección a escala.