Los problemas alérgicos crecen en El Bierzo con más incidencia de venenos
El incremento de la actividad apícola está detrás del aumento de alergias a abejas y avispas y ya se han dado casos de sensibilización a velutina
Apicultores, en una imagen de archivo.
La Unidad de Alergología del Hospital El Bierzo atiende a una media de 1.600 pacientes nuevos al año en una comarca en la que se nota un incremento de los problemas alérgicos en general y de pacientes alérgicos a venenos en particular, lo que se relaciona directamente con el aumento de la actividad apícola, según explicó el alergólogo Jesús Mencía. No obstante, «lo que más llama la atención en El Bierzo es la alta sensibilización a pólenes de árboles», dijo, y eso se vincula al microclima específico de la comarca y también a una mayor polución que «daña la mucosa respiratoria» y «actúa sobre el propio polen, excitándolo de manera que expresa más proteínas», explicó el especialistas. Se da —resumió— una «tormenta perfecta».
«La sensibilización a pólenes, ácaros y hongos aquí es muy importante. Tenemos todo y mucho por las condiciones específicas del clima. Cuanto más llueve en otoño, más se estornuda y en El Bierzo siempre tenemos la suficiente cantidad de lluvia como para que haya polen de manera continua», prosiguió el alergólogo, que hizo especial hincapié en las alergias a venenos de abejas y avispas. «También estamos teniendo ya pacientes sensibilizados a velutina», añadió.
El responsable de la Unidad de Alergología del Hospital asegura que siempre ha habido pacientes alérgicos a venenos, pero que el incremento es «llamativo» porque hay más apicultores. «Al aumentar las exposiciones, aumentan los riesgos. Es algo lógico. Pero lo más impactante aquí es que podemos estar hablando de reacciones muy graves, incluso mortales», explicó Mencía. No obstante, a diferencia de lo que ocurre con otros tipos de alergias, en el caso de los venenos a abejas y/o avispas, «la vacuna es muy eficaz».
Por eso —subrayó— «es muy importante el diagnóstico», es decir, que esos nuevos apicultores sepan que son alérgicos.
Aunque también se percibe un aumento de los casos de alergias a alimentos, Jesús Mencía considera que esto se está dando porque los conocimientos al respecto son cada vez mayores debido a que el campo de estudio es cada vez más amplio, especialmente en lo que tiene que ver con las LTPS (proteínas transportadoras de lípidos) y las profilinas (proteínas estructurales de las plantas), que son los dos panalérgenos presentes en la naturaleza y los animales y, por ende, en los alimentos que están detrás de las reacciones alérgicas.
En el Hospital El Bierzo, se ponen del orden de 3.000 vacunas de alto riesgo al año y se realizan más de 4.000 estudios de medicamentos anuales. En enero y febrero de este año, se han atendido 278 primeras consultas y la mayoría siguen siendo por alergias respiratorias, seguidas de reacciones cutáneas. «La contaminación fundamental es la derivada de la combustión del diésel. La exposición a los alérgenos la hacemos en peores condiciones, con la mucosa más dañada y el polen más excitado. Por eso hay más presión alérgena», incidió.