13.000 coches pasan al día por el castillo de Ponferrada

El debate está abierto en Ponferrada más allá de la disputa política sobre si es viable, o no, el proyecto estrella con el que Coalición por El Bierzo se presentó a las últimas elecciones municipales, la construcción de un carril subterráneo para evitar el paso de vehículos por el Castillo de los Templarios, emblema histórico y turístico de la capital del Bierzo.

Según datos de mediciones que se han hecho en los últimos años, por delante de la fortaleza templaria pasan al día casi 13.000 vehículos, de los que unos 8.200 circulan en sentido de la plaza de Luis del Olmo (bajan hacia Lazúrtegui) y 4.500 en sentido de subida hacia la zona alta de la ciudad.

Los datos por sí mismos dan lugar a una pregunta: ¿No es posible aminorar el paso de coches, sobre todo frente a uno de los monumentos más visitados del Bierzo, imagen también de Ponferrada, como han hecho otras ciudades?

Coalición por el Bierzo está ahora mismo pendiente de un estudio inicial sobre el coste del proyecto de soterramiento, que el alcalde y socio de gobierno, Marco Morala, ya se ha comprometido a estudiar, mientras el PSOE se opone e incluso descalifica la propuesta de los bercianistas. Falta saber también la postura final de Vox, clave para que, en el supuesto de que siga adelante, pueda aprobarse en Pleno.

Morala, en todo caso, y sin concretar cómo sería, apuesta por la peatonalización de la zona, más teniendo en cuenta el paso del Camino de Santiago y los riesgos para peregrinos y viandantes en una zona muy turística, con mucha afluencia de visitantes sobre todo los fines de semana.

El efecto de eliminar el tráfico a su paso por un monumento importante tiene muchos ejemplos en España, donde casi se ha retirado de todos en las ciudades más importantes. Sirva como primer ejemplo lo ocurrido en León desde el año 1997, con la eliminación del tráfico por la Catedral. La Pulchra Leonina luce hoy todo su esplendor.

En Segovia, el 15 de julio de 1992, el entonces alcalde Ramón Escobar de Santiago tomó una polémica decisión, ante la gravedad de unos informes presentados por expertos sobre el estado del Acueducto: cortar el tráfico rodado bajo sus arcos.

La Plaza Mayor de Salamanca, fue también uno de los primeros espacios que trató de protegerse del tráfico, ya en los años 70 (hasta entonces, se circulaba e incluso se aparcaba en el interior del monumento con toda normalidad), pero siempre tratando de conciliar esta restricción con el vigoroso tejido hostelero y sus necesidades. En el año 2007, el Ayuntamiento trató de ordenar lo que se ha convertido en un problema, la carga y descarga y un sentido de circulación para los camiones de reparto.

En Ponferrada, de no actuarse en la zona del Castillo, la alternativa sería la Ronda Sur, que no tiene un trazado claro y que, en todo caso, tendría un coste muy elevado que, en gran parte, tendría que asumir el Ayuntamiento.