Cuando los irmandiños asediaron el viejo Castillo de Ponferrada
La fortaleza acoge el sábado una nueva recreación del asalto que destrozó la fortaleza del Conde de Lemos durante la revuelta de 1467-1469
Años de peste y de malas cosechas y un descontento general izado entre los campesinos contra los grandes señores feudales causaron una verdadera guerra civil en la Galicia bajomedieval. Una revuelta de siervos del campo y gentes de las ciudades agrupados en la Santa Irmandade y guiados por miembros de la baja nobleza que entre 1467 y 1469 también salpicó a los castillos y las propiedades del Conde de Lemos en el Bierzo y que se detuvo en la fortaleza de Ponferrada.
Y es en el castillo de Ponferrada, como ya ocurriera el año pasado por estas fechas, donde la asociación Caballeros de Ulver volverá a recrear este sábado 12 aquel asalto que se frustró, dicen los organizadores, «por una traición».
Será a partir de las 18.00 horas cuando entre 60 y 70 miembros de los Caballeros de Úlver, bien provistos de armaduras y lanzas, de espadas y arcabuces e incluso de alguna catapulta, comience nel asalto a la fortaleza de Ponferrada desde la calle Gil y Carrasco. Allí tendrá lugar la primera escaramuza, los primeros disparos, los primeros choques de espadas entre los soldados de los nobles y los revoltosos, los díscolos, los descontentos. Una historia, la de los irmandiños en Ponferrada, que contó hace unos años, con licencias de novela, el cacabelense Fermín López Costero en un libro de título rotundo, Cuando los gorriones corrieron tras los halcones, a partir de una frase de un testigo de la revuelta en Betanzos que también había encabezado en 1991 una investigación del profesor Carlos Barros, de la Universidad de Santiago de Compostela.
Una revuelta con traidor, como en las mejores tragedias; el hidalgo de la familia Trastámara que se pasó de bando aleccionado por los reyes, cuenta Gonzalo González, que presentó la fiesta en el Museo de la Radio, bien ataviado con traje de época, junto al concejal Iván Alonso.
Ayudados por recreacionistas venidos de Galicia y de Asturias, los voluntarios de los Caballeros de Úlver volverán a simular los sangrientos combates en el exterior y en el patio de la fortaleza. Un espectáculo épico que el año pasado ya atrajo a unas cinco mil personas. Y para evitar las aglomeraciones de hace un año, los organizadores ha separado la recreación en dos actos. Tras el choque en la calle Gil y Carrasco habrá una pausa para que el público pueda desplazarse con tiempo hasta el interior del recinto y contemplar al pie del Castillo Viejo el segundo acto a partir de las 19.00 horas.
Y es que los Caballeros de Ulver, que toman su nombre del antigua forma de llamar al Castillo de Cornatel —otro escenario de la revuelta irmandiña, junto a los recintos militares de Balboa y Sarracín, que cayeron en manos de los rebeldes venidos de Galicia— quieren que el público descubra toda la diversidad que encierra la historia de la fortaleza de Ponferrada. «No es solo El Temple», explicó González. No en vano, el propio Fermín López Costero no se cansó nunca de resaltar que de la época templaria apenas quedan unas piedras.
El final de aquella revuelta es de sobra conocido. Ganaron los señores. Como en Ponferrada, donde el Conde de Lemos rehizo la fortaleza para darle el aspecto que presenta hoy, mucho más refinado. Pero nada volvería a ser igual en los campos y en las ciudades hermanadas donde la semilla del descontento había prendido con fuerza.
Charla de Margarita Torres en El Libro Imposible
La historiadora leonesa Margarita Torres ofrecerá una charla sobre la revuelta irmandiña este jueves 10 de octubre a partir de las 19.00 horas en la librería El Libro Imposible, en el número 2 de la calle Gil y Carrasco de Ponferrada. La historiadora participará en un coloquio con los asistentes a un acto que también organiza la Asociación Caballeros de Ulver, con entrada gratuita hasta completar el aforo.