Turismo y Medio Ambiente
Un estudio ve compatible escalar y conservar la flora
El análisis cuenta con financiación europea y busca implicar a escaladores locales
El Campus de Ponferrada ha dado a conocer un proyecto con financiación europea que plantea compaginar la escalada con el cuidado de la flora de montaña. El estudio, que cuenta con fondos NextGenerationEU, busca compatibilizar ambas actividades y se ha presentado esta semana en una jornada titulada ‘Escalar para Conservar’, organizada, conjuntamente, por la institución universitaria y la Junta de Castilla y León.
La investigación comenzó en el año 2022 cuando se detectaron impactos negativos en dos poblaciones de flora, situadas en los términos municipales de Sobrado y Borrenes, dentro del Monumento Natural de Las Médulas. «Las poblaciones parecían haber disminuido como consecuencia de la práctica de la escalada deportiva en roca. Desde entonces, la Junta de Castilla y León ha trabajado en un modelo de gestión que apuesta por la colaboración entre actores y organismos para garantizar la conservación de los valores naturales a la vez que el mantenimiento de la práctica de la escalada, pasando por su regulación», explican sus autores.
Para llevar a cabo las actuaciones del proyecto, se ha contado con la colaboración de escaladores locales y miembros de Escalada Sostenible Galicia, agentes medioambientales del Grupo de Rescate e Intervención en Altura y personal de la Junta de Castilla y León, así como investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Jardín Botánico de Olárizu (Vitoria).
Además de la presentación de los resultados del proyecto, la jornada reservó un espacio para la participación tanto de escaladores como de científicos en ambas ponencia.
El título del estudio es ‘Escalar para Conservar. Compaginando Petrocoptis y escalada’. Los petrocoptis son una herbácea perenne, con tallos que alcanzan los 30 centímetros, tienen un cáliz de 10 a 14 milímetros, teñido de color púrpura y con diez nerviaciones y cinco pétalos de 20 milímetros de color rosa-púrpura. Crece en altitudes que rondan entre los 430 y los 1.200 metros y es una especie endémica de los afloramientos calizos y dolomíticos del este de la provincia de Orense y zonas cercanas de la comarca del Bierzo, según explican los autores.