MEMORIA MINERA
Sara Quiñones, 'la coronela' que dirigía minas de carbón a caballo en el Bierzo Alto
La Fundación Cultura Minera rescata la figura de la primera y única mujer al frente de explotaciones del Bierzo Alto, entre 1930 y 1950

Sara Quiñones, la mujer que dirigió las explotaciones de Antracitas de Quiñones, a caballo en el Bierzo Alto en los años treinta.
Se desplazaba a caballo por la montaña hasta las explotaciones mineras del Bierzo Alto para organizar el trabajo de las plantillas. Era esposa de un coronel, luego ascendido a general, y se abrió camino en un mundo de hombres.
En esta época en la que se realizan distintos estudios y recopilaciones de la historia minera del Bierzo Alto dando relevancia al papel de la mujer en la minería, que se centraba fundamentalmente en lavaderos y cargues, destaca la figura de la única mujer al cargo de una empresa minera en la cuenca; Sara Quiñones, doña Sara Quiñones o la coronela, como se la conoció.
Originaria de Burgos, Sara Quiñones se trasladó en el año 1930 al Bierzo, donde su familia era titular de la empresa Antracitas de Quiñones, para hacerse cargo de la gestión de la sociedad. Bajo su gestión, Antracitas de Quiñones se adentró en la época de mayor auge de la minería del carbón. Fueron dos décadas de trabajo ya que Quiñones mantuvo el cargo de gerente hasta 1950.
Lo que la convierte, indudablemente, en una pionera. Sara Quiñones, conocida como la generala, y antes por la coronela por su matrimonio con el militar Valentín Arroyo Jalón —comandante de infantería en el bando franquista durante la Guerra Civil que combatió en el frente norte de Burgos— es recordada por quienes conocieron su labor al frente de la empresa como «única, trabajadora y organizada» y señalan sus movimientos habituales en una época en la que el acceso a las explotaciones se hacía con tracción animal. «Se trasladaba a caballo hasta las explotaciones que tenían en Boeza, Rodrigatos y Tremor. Al llegar a la bocamina se ponía las botas de goma y entraba para ver la situación y distribuir el trabajo de la plantilla».
Sara Quiñones, que también se ocupaba de la labor administrativa de la empresa, compaginaba su actividad laboral con la vida familiar. Tuvo cinco hijos, el mayor de ellos, Manuel Arroyo Quiñones se hizo cargo de la empresa en sustitución de su madre, fue alcalde de León y gobernador civil de Pontevedra. Sara Quiñones tiene ahora, casi un siglo después de iniciar su labor al frente de una empresa minera, su merecido reconocimiento por su aporte en el crecimiento social y económico de la cuenca, de la mano de la Fundación Cultura Minera (FCM). La entidad recopila la historia de todos los empresarios mineros y ahora pone en valor a Sara Quiñones en el panel que recoge las biografías de los industriales. También ocupará un lugar especial en la futura sala dedicada a la mujer en la mina.

Sara Quiñones, en una imagen de su última época como gerente de Antracitas de Quiñones.
Sara Quiñones, la mujer que dirigía minas en el Bierzo Alto a caballo

Sara Quiñones, a la derecha, con una de sus hermanas en una de las minas de Antracitas de Quiñones.
Sara Quiñones, la mujer que dirigía minas en el Bierzo Alto a caballo

Sara Quiñones, la mujer que dirigía minas en el Bierzo Alto a caballo.