Francia, que es el primer cliente, importó hasta diciembre del 2024 un 8% menos
El sector pizarrero se estanca con un descenso del 3% en la facturación
Los almacenes franceses, del Reino Unido y Alemania están llenos de pizarra de aquí

Cantera de pizarra en la zona del Bierzo, con maquinaria pesada para extraer el material que se manufactura en las naves. l. de la mata
La climatología adversa, que impide colocar pizarra en los tejados; cierto parón en el sector de la construcción europea, con almacenes con alto estocaje de pizarra, falta de mano de obra de colocadores y las circunstancias generales de la economía mundial están influyendo en la marcha del sector pizarrero. Acaban de salir a la luz los últimos datos estadísticos y, en términos generales sólo existe un dato positivo en la frialdad de los números y es el hecho confirmado y afianzado de que el precio de la pizarra sigue al alza.
Desde enero al 1 de diciembre del pasado año, el precio de la tonelada de pizarra ha aumentado hasta situarse en los actuales 888 euros. Esta cifra supone un incremento de 3,1 puntos porcentuales en relación con el mismo periodo del año anterior. En el año 2023, por esas mismas fechas de diciembre, la tonelada de pizarra se pagaba en los mercados nacionales e internacionales a 861,3 euros la tonelada.
Las toneladas exportadas han experimentado un dato negativo en los once primeros meses del año pasado. De enero a noviembre incluido, salieron a los mercados internacionales un total de 384.485 toneladas de pizarra. Esto supuso un descenso de ventas exportadas del 6% con relación al mismo periodo del año anterior, el 2024, cuando se vendieron 409.188 toneladas.
En cuanto a los importes facturados de este producto que sale de las canteras del Bierzo, La Cabrera y la vecina comarca de Valdeorras (aquí casi el 55% de la producción), durante el 2024 hasta el 1 de diciembre el sector facturó 341,4 millones de euros, lo que supone un descenso del importe de 3,1 % con relación al mismo periodo anual del 2023, cuando se llegó a facturar los 352,4 millones de euros.
En la estadística que ofrece periódicamente el Clúster de la Pizarra sobre las toneladas vendidas, los importes facturados y el precio de la tonelada aparecen dos colores, el rojo y el verde. A simple vista siguen predominando los colores verdes, que indican que el dato es positivo, aunque los rojos negativos también predominan en menor medida.
Así, Francia se mantiene como el gran cliente de la pizarra que se produce aquí, con compras en los once primeros meses del año pasado de 182.000 toneladas, con una facturación de 153 millones de euros, a 842,5 euros la tonelada. Con todo, Francia compró un 8% menos de pizarra y facturó un 7% menos durante ese periodo referido de enero a primeros de diciembre.
Gran Bretaña es otro de los clientes buenos de la pizarra espaañola, que se afianzaba en compras con 105.000 toneladas, pese a caer en los once meses del año pasado un 6,3% y facturar 95 millones de euros, un 4% menos.
Alemania subió un 6% las importaciones de pizarra un 6,2%, con más de 39.000 toneladas, por las que pagó 36 millones de euros. En la estadística también se reflejan datos curiosos de países que no compraron ni una tonelada de pizarra en el 2023 y sí lo hicieron en el 2024, como por ejemplo Angola, Austria, Barbados, Bielorrusia, Burkina Faso, Camerún, Chipre, Eslovenia, Filipinas, Israel, Turquía, Tailandia, Rusia (apenas 177.000 euros), Paraguay, panamá, Nigeria, Nicaragua o Mauricio. En todos estos casos, las toneladas compradas no dejan de ser una mera anécdota, aunque todo suma.