Teijelo ante 30 años del caso Cordón

En diciembre de 2017, la Audiencia Nacional condenó a 30 años de cárcel al grapo berciano José Antonio Ramón Teijelo y a su compañera María Victoria Gómez Méndez por el secuestro del empresario aragonés Publio Cordón, del que está a punto de cumplirse 30 años.

Según la sentencia, Teijelo y Gómez estaban acusados de alquilar la casa de Lyon (Francia) donde estuvo cautivo el empresario aragonés y de enterrar su cuerpo, aunque ambos negaron en el juicio su participación en los hechos e, incluso en el caso del primero, que fuera miembro de la banda terrorista en ese momento.

A ese aniversario fatídico se suma ahora la reciente excarcelación, el pasado mes de marzo, del histórico jefe de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (Grapo) Manuel Pérez Martínez, más conocido como «Camarada Arenas», al contabilizarse a su favor ocho años que había pasado en cárceles francesas. El «Camarada Arenas» también tuvo una condena por el caso Cordón. Otro grapo acusado de participar en el secuestro, Fernando Silva, está ya en tercer grado y reside en La Coruña, donde trabaja en un bar de camarero. El grapo berciano José Antonio Ramón Teijelo es, por tanto, de los pocos que quedan en prisión de los acusados de un secuestro, que sigue teniendo el interrogante de dónde está el cadáver, pese a los numerosos rastreos en un bosque en Mont Ventoux (Francia), lugar en el que Sande Silva dijo que estaba enterrado.

El próximo mes de junio, cuando se cumplan 30 años de la desaparición de Publio Cordón, el caso pueda prescribir. El grapo berciano tiene 78 años y está preso en Murcia.

A las 7.30 horas del 27 de junio de 1995, Fernando Silva Sande, José Ortín Martínez y Enrique Cuadra Echeandía, condenados por el caso, interceptaron al empresario y le introdujeron por la fuerza en un coche. Desde allí fue trasladado en un vehículo a Lyon, donde José Antonio Ramón Teijelo y María Victoria Gómez Méndez habían alquilado una vivienda en el número 5 de la Rue de la Batterie con identidad falsa y haciéndose pasar por un matrimonio de profesores españoles de francés. Publio Cordón fue introducido en un armario empotrado de la primera planta, de 1,71 metros de largo por 1,21 metros de ancho. Dieciséis días después falleció, bien asesinado o al caer desde esa altura cuando intentaba huir, como sostienen los terroristas.

Carmen Cordón, una de las hijas del empresario zaragozano, aseguró el año pasado en una entrevista a Efe, que las fuerzas de seguridad se habían metido en una vía ciega. «Han creído la versión del grapo Silva Sande de que lo enterraron el Mont Ventoux y a lo mejor lo más lógico es que dejaran el cadáver cerca de donde murió (en Lyon). Me gustaría que se abriese esta vía de investigación y que pudiéramos encontrar los restos de mi padre». Según su versión, «creo que le dieron dos tiros y tuvieron que tapar ese error.

Si prescribe, ¿ninguno de los autores podrá ser ya condenado por el asesinato si aparece el cadáver? ¿Puede hablar alguno de los implicados? Sin duda, el caso está más abierto que nunca, con un berciano implicado.