La plaza de San Pedro, delante de lo que fue la Calleja del Río, el lugar que acumula más casas deshauciadas
Ponferrada tiene activos 18 expedientes de ruina de edificios en riesgo de derrumbe
Carlos Cortina: «Hay alguna casa de doscientos años y no conocemos a sus herederos»

Edificios en ruinas de la plaza de San Pedro en Ponferrada, convertidos en tablones de anuncios.
Los escaparates de los viejos comercios de la plaza de San Pedro de Ponferrada, enfrente del lugar donde una vez una ermita y a espaldas de la antigua Calleja del Río, están tapizados de carteles de conciertos. Unos encima de otros hasta formar una costra de papel sobre el cristal. Ningún aviso prohíbe fijar carteles. Ningún letrero pone aquello de ‘responsable la empresa anunciadora’. Esa media docena de edificios que en su día acogieron negocios de distinto pelaje están deshauciados. Son algunos de los 18 expedientes de ruina que tiene activos el Ayuntamiento de Ponferrada; inmuebles que deben desaparecer, o reinventarse, antes de que se caigan solos. Y no siempre es fácil dar con sus propietarios.
«Hay alguna casa en ruinas en Ponferrada con doscientos años y no se conocen sus herederos. Hay cuatro o cinco generaciones de herederos difíciles de localizar», avisa el concejal del área de Urbanismo, Carlos Cortina. El caso de la plaza de San Pedro es excepcional. Al pie del puente de La Puebla, es la mayor acumulación de viviendas que año a año avanzan hacia su desaparición, con tejados caídos, paredes entablilladas, ventanas cubiertas de publicidad, cristales rotos y las huellas de un incendio. El último en ingresar en la lista fue a finales de marzo el inmueble del número dos. El Boletín Oficial de la Provincia publicaba entocnes el inicio del expediente de declaración de ruina. Y Cortina explica cuáles son los siguientes pasos. «Los propietarios tienen que decidir si rehabilitan el edificio o presentan un proyecto de demolición. Hay qué ver las condiciones de la licencia y posibles afecciones si se encuentran dentro del casco antiguo o en el Camino de Santiago».
Dependiendo de la protección del edificio, las soluciones pueden ser diferentes. Recuerda el edil el caso del inmueble protegido de los años 30 en la plaza de la Encina que se derribó y volvió construirse de cero a partir de los planos originales. Cortina apela a los propietarios para que se conciencien sobre la necesidad de cuidar sus edificio porque acometer una reforma o un derribo será al final más costoso. En cualquier caso en el Ayuntamiento «estamos muy pendientes de este tema», recalca, para que ningún inmueble ruinoso se convierta en un peligro.
Un edificio en el número 8 de la calle El Mesón de Lombillo de los Barrios se convertía el pasado 21 de abril en el último inmueble afectado por un expediente de ruina. Otra zona donde no es extraño que se produzcan expedientes es el casco antiguo, y en especial, la calle Comendador, recuerda Carlos Cortina. La localización de los propietarios puede demorar la posible demolición. «En algún caso llevamos más de un año intentándolo», añade Cortina, después de que los técnicos del Ayuntamiento detecten los problemas de algún inmueble.