«Hay agujeros por donde se colaría una vaca y accidentes donde no ha aparecido el animal»

«Hay agujeros en la valla por donde se colaría una vaca», insiste Camilo Palmeiro al periodista mientras le enseña uno de los huecos que deja entre el suelo y la valla metálica, la empinada ladera por donde trotan los jabalíes en la falda de la A-6 a su paso por el Montearenas. Quizá sea exagerado pensar que un rumiante sea capaz de agachar la cerviz y ascender la ladera en el lugar donde señala el secretario del coto de caza, pero no resulta difícil, viendo el terreno revolcado, imaginarse a un jabalí invadiendo el terreno cercado junto a la autovía para cruzar impunemente la carretera, para riesgo y susto de conductores. Fomento se inhibe Palmeiro asegura que el coto ya alertado al Ministerio de Fomento sobre los cierres violentados por los animales, sin que hasta la fecha nadie se haya tomado en consideración su denuncia. «El ministerio nos ha invadido el coto de caza, sin indemnización alguna, y nos prohibe cazar a ciertas distancias de la carretera. Deberían tener bien cerrado el acceso de sus animales a las autovías, pero no es así», se queja. Palmerio lamenta que Fomento «tenga abandonados los cierres de la autovía, dando origen a accidentes de los que los jueces culpan al más incauto, que carece de medios para defenderse», y considera que el Ministerio debería hacer frente a las indemnizaciones de los arrollamientos de animales que se producen en carreteras que deberían estar bien cercadas. «Y además, hemos cargado con accidentes en los que ni siquiera ha aparecido el animal», añade.