Asaja pide al Ejército que capture las vacas salvajes

Asaja defendió esta solución como la más idónea porque entienden que la intervención del ejército permitiría capturar las reses con «métodos no cruentos». Y creen que no es una solución descabellada. «No es la primera vez que equipos de rescate de la Guardia Civil colaboran en la recogida de animales aislados por nevadas repentinas en la montaña de León. Además, si el ejército recoge chapapote en Galicia, porqué no vacas en La Cabrera», dijo su máximo responsable, José Antonio Turrado. Además, explicaron que aunque estas reses no hayan sido sometidas al control de los servicios veterinarios de la Junta, no implica que estén enfermas, por lo que pueden ser perfectamente aptas «haciéndoles las pruebas de la campaña de saneamiento ganadero, proporcionándoles un documento de identificación bovina e implantándoles los correspondientes crotales» o pendientes de identificación. Asaja-León reclamó la donación de este ganado a alguna organización benéfica y propuso que como posible destino el convento de monjas de clausura de las hermanas carmelitas en la localidad leonesa de Grajal de Campos. Estas religiosas desarrollan diversas actividades relacionadas con el sector agropecuario, por lo que la donación de las reses sería un buen destino que, a su juicio, «aceptaría la mayoría de la sociedad». Sin embargo, la priora de las carmelitas de Grajal se mostró contundente al afirmar que en modo alguno se harían cargo de las más de cien vacas que aún están sueltas. «Cien no, desde luego, ni hablar. Cogeríamos ocho o diez vacas y si son vacas lecheras por que si son vacas de carne, salvajes, no; desde luego. Y si es que las van a regalar lo que pueden hacer es darle otras pocas a los ganaderos», apuntó.