Arlanza traslada su iglesia piedra a piedra para ampliar el vial aNoceda

La ampliación de la carretera de Bembibre a Noceda empezará a ser realidad en los próximos meses después de que hace ya más de dos años que el Ministerio de Economía aprobase un fondo de 3,2 millones de euros, del Plan del Carbón, para la ejecución de esta obra de mejora viaria. Los trabajos, sin embargo, no se habían iniciado, porque justo en el tramo más peligroso del vial, en Arlanza, la iglesia parroquial invade buena parte de lo que debe ser la nueva calzada. La semana pasada, sin embargo, después de alcanzar un acuerdo definitivo con el Obispado, la Junta Vecinal y el Ayuntamiento de Bembibre dieron luz verde a la demolición del templo. O más bien, al traslado de la edificación religiosa no más de treinta metros de su actual emplazamiento, espacio suficiente para que no impida el ensanche de la curva -muy peligrosa-, que traza ahora mismo la carretera. Los trabajos, sin embargo, no serán los propios de una demolición convencional. La empresa contratada por la Junta Vecinal, según explicó su presidente, Julián García, se ocupará de trasladar piedra a piedra los componentes más valiosos de la vieja iglesia. Fundamentalmente, un arco, que ya está desmontado, y la espadaña de la torre. El cuidadoso cambio de ubicación y reconstrucción de la iglesia de Arlanza acabará costando algo más de cien mil euros -unos diecisiete millones de pesetas-. Una suma que aportará en casi un cincuenta por ciento el Obispado de Astorga. El resto saldrá de las arcas de la propia Junta Vecinal y también de las de Ayuntamiento de Bembibre. El pedáneo, no obstante, se felicitó porque con la iglesia se pone fin a un conflicto de siete u ocho años con las expropiaciones, y de otra parte se abre de par en par la puerta al comienzo del ensanche de la carretera entre Bembibre y Noceda, uno de los ejes más transitados y descuidados del Bierzo Alto.