70 juicios rápidos en mes y medio desbordan los juzgados de guardia

La entrada en vigor de la Ley de Juicios Rápidos desde el pasado 28 de abril está poniendo de relieve más que nunca las carencias de los juzgados de Ponferrada para atender este nuevo sistema. En menos de mes y medio, los juzgados de guardia de la capital berciana han atendido casi setenta casos con sentencias en no más de cuarenta y ocho horas. La proliferación de estos juicios en los que existe un autor detenido o reconocido han convertido las guardias en una especie de infierno semanal para los funcionarios que se encargan del turno, y el descontento comienza a ser cada vez más notable. Aunque en medios de la judicatura y de la abogacía, la impresión sobre la efectividad del sistema no es precisamente mala. De hecho, caso que hasta hace poco llevaban una instrucción superior al medio año, ahora se «ventilan» en dos días con sentencia incluida. De los sesenta y siete asuntos que se han tramitado a través de los juicios rápidos en Ponferrada, 28 han sido delitos. La mayoría de ellos por robos, pero sobre todo por alcoholemia. Los autores, a los que la propia policía cita en los juzgados, se están acogiendo además con mucha frecuencia a la sentencia de conformidad, con lo que la pena impuesta se les reduce en un tercio. Luego, según ha podido conocer este periódico, otros 39 casos son simples faltas. La mayoría de ellas por injurias y calumnias, básicamente entre vecinos, pero también por conflcitos de violencia doméstica que se saldan sin lesiones o lesiones de poca gravedad. También abundan los juicios por hurtos -por valor inferior a las 50.000 pesetas-. La urgencia en la instrucción de estos casos hace apremiante la apertura de la sexta sala de instrucción, incluso de una séptima, para evitar el colapso.