Diario de León

El juez establece como eximente completa la esquizofrenia paranoide que sufre el joven

La Audiencia absuelve al parricida frustrado de Villar por enfermedad

El médico de salud mental del Bierzo enviará a la Audiencia un informe sobre el paciente

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La Audiencia Provincial de León absolvió ayer al joven berciano de 28 años Carlos González, acusado de dos delitos de homicidio en grado de tentativa contra sus progenitores, a los que hirió con dos hachas durante la noche, al contemplar la eximente completa de esquizofrenia paranoide. Tras el juicio, celebrado el pasado 14 de julio en la Sección Segunda de la Audiencia, el tribunal decidió que el acusado quedara exento de responsabilidad penal, aunque acordaron que, como medida de seguridad, deberá seguir tratamiento psiquiátrico durante cinco años en su propio domicilio, también el de sus padres, en la localidad de Villar de Los Barrios. Así, a partir de ahora, según las mismas fuentes, el médico de salud mental del Hospital del Bierzo deberá enviar a la Audiencia Provincial el informe sobre el seguimiento y evolución del paciente que vivirá con sus padres, tal como solicitaba la defensa, José Luis González, así como sus propios padres. Los hechos se remontan al 28 de febrero de 2002, cuando el acusado intentó matar a sus padres con dos hachas después de bajar a la bodega de su casa, donde forró el mango de ambos objetos para evitar que quedaran marcadas las huellas dactilares y posteriormente subió las escaleras con sigilo hasta llegar a la habitación de sus progenitores. Allí, hirió a su madre en la cabeza y cadera y a su padre en la pierna antes de que estos últimos lograran huir a la calle. El fiscal primeramente consideró que se produjo además un delito de lesiones contra la hermana del acusado, el cual redujo posteriormente a una falta de malos tratos. En la vista oral, declararon dos psiquiatras y dos forenses, según las mismas fuentes, que indicaron que todos coincidieron en la enfermedad del acusado aunque divergieron sobre si en el momento de los hechos tenía totalmente las facultades mentales anuladas o únicamente disminuidas, aunque finalmente triunfó la teoría de que las tenía completamente anuladas. El pasado 14 de julio los padres del joven declararon estar deseando recibir a su hijo en casa a pesar de ser consciente del peligro que podría sufrir la familia en caso de que se repitiera una nueva crisis. Asimismo, manifestaron que se trataba de un enfermo y que, tratado de manera adecuada, no supondría un peligro para la integridad de la familia. Por su parte, el abogado defensor pidió su internamiento en un centro psiquiátrico no penitenciario aludiendo como eximente que el acusado no tenía intención de matar. Las doctoras que lo examinaron atestiguaron que realizaba comentarios extraños en el momento de su detención, tales como que sus padres eran unos extraños y que temía ser envenenado por ellos. Además, los forenses declararon que se daba la posibilidad de que Carlos González sufriera alucinaciones auditivas. Los psicólogos cpincidieron además en que la crisis esquizofrénica había anulado su voluntad. Por otro lado, el joven, de 28 años, no opuso resistencia cuando los agentes de la Policía Local de Ponferrada le detuvieron andando por las calles de Villar de los Barrios, tras escapar de la familia.

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