«Desde el momento en que cruzamos la frontera con Kuwait, sólo vimos miseria»

Emilio García Aldonza pidió de forma voluntaria ser destacado a Irak con el fin de ayudar a un pueblo al que ahora se siente unido. La cara amarga de su estancia ha sido comprobar la miseria en la que viven los iraquíes. «Ha habido buenos y malos momentos. Lo mejor de todo es que allí pude conocer a mucha gente de los nuestros. Estábamos con gente de Valencia y Pontevedra. El lado malo es la miseria que allí se ve. Desde el momento en el que cruzamos la frontera de Kuwait era miseria por todos los lados. Estuvimos en un palacio de Sadam, donde había lujos por todos los sitios. Era la cara opuesta, su pueblo está en la miseria y él vivía muy bien» cuenta García Aldonza. El cabo de Transmisiones, como el resto de la tropa española, se movió con cautela durante su estancia en Irak. En los ratos de ocio procuraban entretenerse dentro de las instalaciones de Base España. «Los mandos no decían que hiciéramos nuestra vida en la medida de lo posible», relataba ayer en su casa. Sin duda, los momentos de mayor tensión en la base fueron las horas posteriores al ataque mortal contra los espías del Consejo Nacional de Inteligencia. «Salieron dos helicópteros, uno de protección y otro médico, sobre las cuatro y media de la tarde, hora local. Toda la gente estaba muy alterada. Luego supimos lo de los siete muertos». Emilio García ha sido uno de los cuatro ponferradinos destinados a Diwaniya. Allí conoció a sus paisanos, el legionario Óscar Vega, cabo primero como él, y José Real.. En Irak, también están o han estado destinados militares de Bembibre, Cabañas Raras y Fabero.