El PRB exige actuaciones urgentes en el barrio de Compostilla «El gran reto del vino del Bierzo es entrar en el mercado americano»

El Partido Regionalista del Bierzo (PRB) asegura que Compostilla es uno de los barrios más abandonados de toda Ponferrada. Según los regionalistas las calles están llenas de obstáculos y sin urbanizar. Aseguran también que las en las calles hay más de 50 torretas invadiendo la calzada y que las aceras están llenas de escombros y desperdicios. Ante tan «alarmante» situación el líder del partido, Tarsicio Carballo, exige una actuación urgente en Compostilla. Los regionalistas creen que es preciso ensanchar y urbanizar, con amplias aceras, la calle Cabo de Peña y su entorno. Piden también que se retiren las torretas metálicas y los postes de madera que, a su juicio, están invadiendo la mayor parte de las calles de esta barriada ponferradina. También quieren que se construya una glorieta en la confluencia de la avenida del canal con la de Asturias. Además, el PRB de Tarsicio Carballo propone otras actuaciones como construir un parque paseo a lo largo de la carretera N-VI desde la carretera del pantano hasta el Hotel Novo, con senderos desde el barrio hasta este mirador, desde donde se contempla la mayor parte del Bierzo Bajo. Construir la avenida proyectada desde la antigua central térmica de MSP hasta la glorieta de Unión Fenosa, y prolongar todas las calles de la margen izquierda del canal hasta esta avenida, con una zona verde entre el barrio y la avenida es otra de las propuestas del PRB para esta populosa barriada. El presidente del Consejo Regulador de los Vinos del Bierzo, Carlos Méndez Laredo, cumplirá pronto cinco años al frente de este organismo. Su etapa se ha caracterizado por el gran despegue experimentado por los vinos de la comarca y por la conquista de la mencía de nuevos mercados, tanto dentro como fuera de España. El 2004 se presenta como un año claramente expansionista. En octubre, además, habrá elecciones a la presidencia del Consejo. Laredo, con una clara línea de trabajo, sólo seguirá como independiente si cuenta con el respaldo de los vocales de las bodegas. -Lleva casi cinco años al frente del Consejo Regulador, ¿se atreve a hacer un balance? -Cuando nosotros cogimos el Consejo Regulador nos encontramos con una Denominación de Origen en la parte funcional y administrativa con unas deficiencias terribles. Nos encontramos con sólo dos trabajadores y hubo que hacer un gran trabajo para ponerlo todo al día. Incluso, nos encontramos que no existía la informática en la Denominación de Origen. Hoy está todo informatizado, hay seis personas trabajando, todo lo concerniente al nivel administrativo y funcional está en perfecto estado según atestiguan las auditorías que nos hace la Junta y además el número de bodegas ha pasado de 18 a 45 en la actualidad. -Además de la labor de la dirección del Consejo en este proceso de expansión usted siempre ha alabado la labor de las bodegas. -Sí. En mi opinión los grandes artífices de la situación que tenemos ahora mismo son, en primer lugar, los viticultores y segundo las bodegas. Las bodegas fueron fundamentales porque llegaron bodegas de mucho prestigio al Bierzo y al mismo tiempo la inversión de los empresarios en las bodegas ha sido impresionante. Muchas personas han apostado seriamente por tener unas bodegas con una tecnología punta. -¿Y los nuevos enólogos? -También. Ha llegado una capa de enólogos jóvenes y con unas ganas de trabajar enormes que han sabido sacarle a la mencía lo que no creíamos que se podía hacer. -También ha habido una apuesta decidida por la calidad en detrimento de la cantidad, ¿no cree? -Sin lugar a dudas. La Denominación de Origen tiene dos misiones esenciales: una es el control de la calidad de los vinos,cosa que se está haciendo con los controles de los técnicos perfectamente y después la promoción que es en lo que también estamos trabajando intensamente. Los viticultores, por su parte, se han dado cuenta de que cantidad no puede coexistir con la calidad y se han dejado aconsejar. -La mencía y sus posibilidades está atrayendo al Bierzo a firmas muy potentes, ¿cómo ve el desembarco de estas empresas? -Hoy produce todo el mundo vino, desde Europa a Sudamérica, pasando por Suráfrica. La competitividad es muy fuerte y nosotros estamos trabajando con una variedad diferenciadora como es la mencía y también el godello. Y es que las variedades foráneas, tempranillo y cabernet, las tiene todo el mundo. Por eso estamos viendo que bodegas y firmas de gran prestigio como Álvaro Palacio están comenzando a instalarse en el Bierzo y su llegada ha sido un puntal comercial muy importante porque han abierto nuevas puertas a los vinos de la comarca. -¿Cómo se presenta el año 2004 para los vinos bercianos? Va a ser un año en el que creo que se va a mantener el despegue y la expansión de nuestros vinos. En estos cinco años hemos ido creciendo poco a poco a un millón de botellas por año. Además, la cosecha que va a salir es excepcional en todos los sentidos, reúne las mejores condiciones y sin duda este es un año para envejecer. -La labor promocional ha sido muy intensa, supongo que esta política se mantendrá, ¿no? -Sí. Hasta no hace mucho llevábamos un retraso considerable, yo creo que de diez años, en este campo. Hace cinco años en unas encuestas que hicimos por España no conocía la mencía ni el 5% de los encuestados. Sin embargo, hoy las cosas han cambiado, la mencía está en promociones a nivel nacional e internacional y hemos organizado aquí catas comentadas con periodistas especializados y sumilleres de prestigio. -El futuro es halagüeño, ¿no? -Estoy convencido de que si las cosas se siguen haciendo con calma y bien, poco a poco el abanico de expansión se irá abriendo más. Hasta hace poco nuestros clientes casi únicos eran Galicia y Asturias, pero ahora en Madrid, Barcelona o Valencia empiezan a verse cada verse cada vez más los vinos del Bierzo en los restaurantes, tiendas especializadas y grandes superficies comerciales. -Y respecto al mercado exterior, ¿cual es el objetivo? -Debemos mantener nuestra presencia en los países nórdicos, Alemania y Holanda, pero sin duda el reto fuerte de los vinos del Bierzo está en introducirse en el mercado de los Estados Unidos, que tiene capacidad para asumir más de un millón de botellas. -Lleva cinco años en la presidencia del Consejo Regulador, ¿se cierra ya un ciclo? -Las elecciones a la presidencia del Consejo Regulador serán en torno al mes de octubre. Yo no puedo presentarme porque ahora ya no represento a ninguna bodega. Esto quiere decir que la única posibilidad de presentarme es la de hacerlo como presidente independiente, votado por los vocales que salen elegidos en la nueva legislatura. Habría que llegar a muchos acuerdos de actuación y de trabajo porque yo creo que se debe llevar una línea de trabajo muy precisa y si mi propuesta no coincide con los vocales elegidos, no habría ningún problema para que otra persona lleve la Denominación de Origen. -¿Para cuando la nueva sede? -Las obras empezarán el próximo mes de marzo, una vez hechas las correcciones necesarias en el proyecto. -¿Y el Museo del Vino? -El estudio de viabilidad estará acabado en el plazo aproximado de un mes y será el que decida donde se construirá.