Los bomberos rescatan de una piscina a un caballo atraído por una yegua en celo

Los bomberos de Ponferrada tuvieron que emplearse ayer a fondo para sacar adelante una de las labores de rescate más singulares y estrambóticas de las que hayan afrontado en toda la historia del cuerpo. Durante más de hora y media los funcionarios del parque ponferradino se afanaron en sacar a flote a un caballo adulto que durante la madrugada del martes cayó a la piscina de una casa rural cercana a Ponferrada después de zafarse de sus ataduras en pos de una yegua en periodo de celo. El animal no pudo resistirse a los encantos de su compañera y tras desatarse acudió a su encuentro para intentar cubrirla, pero con tan mala fortuna que pisó la lona que cubría la pileta y quedó sumergido hasta la grupa en el agua, que alcanzaba aproximadamente la mitad del depósito. Los propietarios de la casa rural, ubicada en La Martina, descubrieron al animal a primera hora de la mañana, y aunque trataron de rescatarlo tendiéndole una rampa de madera por la que facilitar su salida, sus esfuerzos resultaron vanos. Peligro de congelación Al final, pasadas las diez de la mañana, tuvieron que telefonear al servicio de bomberos para poner a salvo al garañón, y evitar sobre todo que se congelase a causa del intenso frío que se registró en la capital berciana, donde el termómetro marcó hasta siete grados por debajo de cero. Aunque en un primer instante se desplazó toda la dotación hasta La Martina, al final sólo intervinieron cuatro bomberos, que instalaron tres motobombas para achicar el agua del recinto de baño, y calmando al caballo con buenas palabras y un poco de cebada, lograron que enfilase la rampa que se había colocado desde un principio. Lo primero que hizo el caballo, por cierto, nada más abandonar su gélido cautiverio fue propinar un buen mordisco en el cuello a la yegua, que contempló todo el espectáculo que rodeó el salvamento con cierta distancia. Los dos equinos forman parte del servicio que ofrece este establecimiento para realizar paseos por los alrededores. Sin comentarios y sin fotos El dueño del complejo de turismo rural Camino de Las Médulas, sin embargo, fue el que acabó poniendo el epílogo más esperpéntico a estos singulares hechos. El propietario, con soterradas amenazas, intentó ayer por todos los medios preservar la intimidad del caballo y la imagen de su negocio, y prohibió expresamente, bastante ofuscado por la trascendencia de la noticia, la difusión de cualquier fotografía en el interior de su finca particular. El servicio realizado los bomberos, no en vano, no está considerado como de estricto interés público, y le puede acabar costando, según las tarifas municipales en vigor, del orden de 180 o 200 euros.