Llueven parapentes en Corullón

Los primeros parapentes se lanzaron a tumba abierta por la ladera del monte de Corullón pasadas las once de la mañana. El cielo estaba completamente despejado, hacía sol, y el día era completamente propicio para la práctica del parapente. El calor de las horas centrales del día favoreció la aparición de térmicas (corrientes de aire caliente que utilizan los pilotos de vuelo sin motor para ascender), de modo que los parapentistas no tuvieron ningún problema para disfrutar de su deporte favorito. Al evento, que fue organizado por el club berciano Vuelo Libre, asistieron casi un centenar de pilotos venidos principalmente de la propia Comunidad Autónoma, de Galicia, Pais Vasco y Madrid. Los despegues tuvieron lugar en la cima, cerca del repetidor de televisión, a bordo de parapentes (similares a paracaídas, pero con un sistema de dirección), y alas delta (estructuras rígidas de aluminio y tela que vuelan ayudadas por las corrientes de aire, como las cometas). Bautismo del aire Aunque los vuelos eran realizados siempre por profesionales, los novatos también pudieron disfrutar de su «bautismo del aire», que es nada más y nada menos que su primer vuelo en un parapente biplaza en el que van siempre acompañados de un piloto experto. De este modo, varios aficionados al vuelo sin motor tuvieron la ocasión de iniciarse en este apasionante deporte sin ningún tipo de peligro. Si las condiciones climatológicas de hoy son similares a las de ayer, los pilotos podrían alcanzar a lo largo del día cotas de hasta 4.500 metros de altura. Toda una tradición La congregación anual de parapente en el Bierzo es una actividad que se viene celebrando religiosamente cada verano desde 1993. Por este motivo, se ha convertido en una cita ineludible para todos los amigos del parapente, que desean pasar un buen rato en el aire con sus anfitriones bercianos del club Vuelo Libre. La concentración es tan popular que inclusó acogió en una ocasión el Campeonato de España de Parapente.