Alfonso Arias ruega a la Virgen que evite los incendios
Molinaseca dio a la Encina, a la que llamó «nuestra preciosa» sus productos y aguas medicinales como ofrenda en el día grande de las fiestas de Ponferrada, en una plaza abarrotada de gente
El municipio de Molinaseca ha sido este año el encargado de hacer la tradicional ofrenda a la virgen de la Encina en la celebración del ocho de septiembre. Durante la misa mayor, el alcalde, Alfonso Arias, rogó a la que llamó «nuestra preciosa», forma en la que se dirigen en Molina a la virgen morenica, que interceda para evitar los fatales incendios forestales que se repiten cada año en la comarca del Bierzo. Arias pidió a la patrona del Bierzo que traiga las lluvias a la comarca, ya que es precisamente la falta de pluviosidad una de las causas que facilitan que estado seco de los montes sea una buena forma de propagación de las llamas. Además, recordó la necesidad de que los ríos bercianos recuperen los niveles de su caudal, que en este verano han descendido considerablemente e hizo especial mención al río de Molina, «nuestro querido Meruelo». Arias también pidió a la Encina por la minería «para que siga siendo el motor económico de esta comarca, acompañado de otros como la transformación de productos agroalimentarios o el turismo». En su discurso, el regidor popular recordó a los que han fallecido recientemente en la minería, en accidentes de tráfico o ahogados en el Canal Bajo del Bierzo o en la Fuente del Azufre, admitiendo que «son una carga muy difícil de superar y nos tienes que ayudar a evitar que esto ocurra con tanta frecuencia». Tras el discurso, la misa continuó con las palabras del obispo de la diócesis de Astorga, Camilo Lorenzo, quien expuso un discurso cargado de sentido religioso y en el que no aparecieron temas de actualidad. La ofrenda tuvo lugar en la plaza del Ayuntamiento, que se engalanó con adornos de flores para recibir a la virgen morenica, que venía traída por jóvenes en procesión desde la basílica. Allí se encontraban miles de personas que esperaban para ver cómo Molinaseca entregaba a la virgen sus productos más preciados. De ellos, los elegidos fueron, por parte de Paradasolana, una muestra de las aguas de sus fuentes medicinales; de Onamio, hierro de las antiguas minas del Coto Wagner; de Riego de Ambrós, castañas de sus castaños centenarios; del Acebo, ramas de sus bosques de acebo y robledal y de Molina productos de la huerta, dulces y embutidos, además de una placa con el puente romano, símbolo del municipio.