«El pasillo era una niebla de humo y pensé que nos moríamos»

Los 22 ancianos trasladados a la residencia el Mirador del Cúa, después de que se produjera el incendio en el geriátrico El Camino, vivieron lo sucedido con mucho miedo. Todos recuerdan la noche de anteayer emocionados pero subrayando que «lo importante es que están bien». Daría Fernández, realojada en el Mirador del Cúa, se encontraba durmiendo en la 2º planta. Fue su compañera de habitación la que le alertó de la presencia del humo en el pasillo. «El pasillo era una niebla de humo, pensé que nos moríamos», afirmó la anciana. Rápidamente, el personal de la residencia como las unidades de bomberos y del Sacyl desplazados hasta el lugar se dirigieron hacia ellas para tranquilizarlas. A la salida del geriátrico El Camino les esperaban ambulancias que los inspeccionaron para comprobar si se habían visto afectados por el humo. Los ancianos que no tenían problemas de inhalación fueron trasladados a la residencia Mirador del Cúa, situada también en Cacabelos. Otros 12 fueron alojados en los hogares de sus familiares y 8 trasladados al geriátrico de Brañuelas. El personal médico decidió trasladar a 15 de ellos al Hospital del Bierzo donde recibieron el alta a las pocas horas. Por su parte, Lucinda Granja, inquilina de la residencia cacabelense, declaró emocionada «estar nerviosa y tener todavía el susto en el cuerpo», aunque ha podido dormir una vez que fue trasladada al Mirador del Cúa. Onorina, afectada de ceguera, pensaba que pese a lo ocurrido había pasado la noche en la residencia en la cual vive, la del Camino. Otros ancianos no son conscientes de los hechos acontecidos ya que son asistidos y no están en plenas facultades. Para ellos es un día como cualquier otro en el cual nada ha cambiado.