El tiempo de espera para un trasplante de córnea en el hospital llega a 13 meses

Un paciente que precise de un trasplante de córnea puede tener que esperar hasta 13 meses para ser operado en el Hospital del Bierzo. La razón estriba en la falta de donantes y en la cada vez más acusada demanda de personas, eminentemente mayores, que requieren de este tipo de operación para recuperar o mejorar en una parte su visión. En la actualidad, y a pesar de que en lo que va de año se han realizado dos procedimientos quirúrgicos, la lista de espera llega a las 15 personas, cifra que según apunta el doctor Pérez Madera, encargado junto a sus compañeros del servicio de Oftalmología de realizar estas actuaciones, refleja un crecimiento paulatino que debido a la escasez de donantes y a la imposibilidad de recibir córneas de otros centros de la comunidad de manera fluida (sólo cuando son excedentes o la operación no se puede realizar son derivadas al centro berciano a través de la Coordinadora Regional de Trasplantes) supone un verdadero quebradero de cabeza tanto para los profesionales del hospital como para los receptores. Precisamente en los dos últimos trasplantes las córneas procedían de otros centros dado que en lo que va de 2007 sólo una persona ha donado sus órganos. Entre las soluciones apuntadas por los profesionales destacan una mayor concienciación entre la gente con el fin de que los potenciales donantes (una gran mayoría de las personas que mueren lo son) hagan efectivo su deseo (en este caso las familias) y con ello posibilitar que la demanda se acerque a la oferta, algo que no será nunca total debido a factores como el poblacional o la existencia de servicios más amplios como sucede en otros hospitales de la comunidad como los de León, Valladolid, Salamanca y Burgos. No obstante la cifra de 13 meses hasta la que hoy en día puede verse abocado un potencial receptor bien pudiera llegar a la mitad como en buena parte de otros centros hospitalarios. Respecto al perfil de las personas que necesitan de una córnea, aunque en su mayoría son personas con edades superiores a los 60 años, cada vez existen más pacientes jóvenes afectados de accidentes laborales o de otro tipo cuya visión se ha visto dañada y precisan de una córnea para mejorarla.