Molino

MOLINO es palabra fetiche que podría servir para fusionar el nombre de Molina Seca y Noceda del Bierzo en un solo pueblo. A veces he pensado que si Molina tuviera el paisaje que tiene Noceda sería con toda probabilidad el pueblo más hermoso del Bierzo. Y si Noceda tuviera las casas y la vida de Molina, entonces Noceda sería con toda seguridad el pueblo más guapo y turístico del Bierzo. Pero como quiera que las cosas son como son, y que no es posible hacer una fusión real de ambos pueblos, al menos nos queda la posibilidad real de fusionar los nombres, y de este modo quedamos hermanados, sin que sea necesario hacer ningún trámite burocrático ni nada extraordinario por parte de sus ayuntamientos. Bueno, en realidad este menda, casi sin quererlo ni pretenderlo por la vía administrativa, está dejando constancia del asunto en esta humilde columna que a buen seguro leerá algún nocedense y algún habitante de Molina Seca. Siempre me ha llamado la atención de Molina su arquitectura. Sin embargo el pueblo está enclavado en un paraje que al menos para uno no tiene nada de especial, aunque el entorno, como casi todo el Bierzo, sea agradable. Por otra parte, Noceda está en un valle de gran belleza. Quizá sea uno de los más hermosos del Bierzo. Sin embargo, su arquitectura es un desastre. No se conserva casi nada en buen estado. Es una pena que algunas de las maravillas que tenía se hayan ido a la mierda. Como un lagar que había en el Barrio de Vega, el lagar del tío Teresín -una reliquia irrecuperable-, así como muchas casas con balcones que se echaron abajo, y otras tantas de piedra que se plancharon con cemento y se blanquearon en tiempos fachas, en que la rusticidad se intentaba compensar con una modernidad mal entendida. Los atentados urbanísticos y arquitectónicos que se han cometido en Noceda, y en muchos otros pueblos, han sido tantos que uno pierde la cuenta y la cabeza. Necesitamos un verdadero plan de conservación y restauración. Algunos vecinos han hecho lo que les ha dado la gana, sin geito ni fundamento alguno, incluso sin atenerse a las normas mínimas de decencia y estética. Y por otro lado, están los caserones derruidos o semirruinosos que se vienen abajo y no se obliga a retirarlos. Noceda no goza de buena salud arquitectónica. En cambio, en Molina se nota que sus habitantes han sabido conservar en buen estado esas casas solariegas y con balcones que tanto prestigio y belleza le dan al pueblo.