El converso Cortés
LA HISTORIA de España nos ofrece ejemplos de eso que se ha dado en llamar «la mala fe del converso» y es frecuente recurrir a Torquemada para poner de manifiesto su atroz oportunismo. Algunos antropólogos prefieren denominar esta conducta como «el síndrome del converso»: aquéllos que han cambiado de identidad necesitan romper con su pasado vergonzante y se esfuerzan en dar muestras permanentes de su nueva fe, aunque tengan que perseguir sin motivo a sus viejos compañeros. Reiner Cortés, concejal de Acción Social de Ponferrada, tras la conversión paulina que le llevó de la izquierda a la derecha sin necesidad de pasar por el centro, parece sufrir una nueva y aguda crisis del síndrome descrito. Eso se infiere de la lectura de un artículo suyo publicado en El Diario de León: Alumnos de Goebbels, enemigos de Ponferrada , en referencia a nosotros, sus antiguos compañeros del PSOE. Cualquier argumento razonable habría quedado ya invalidado por tal título, en el que implícitamente nos calificaba de fascistas y directamente de enemigos de nuestra ciudad. Pero ya que cita a Goebbels, el jefe de la propaganda nazi, es oportuno recordar el más conocido de sus aforismos: «una mentira mil veces repetida acaba por convertirse en verdad». Precisamente de mentiras mil veces repetidas está sembrado el falaz artículo del señor Cortés. Es no querer enterarse de que quien ha condenado a Pongesur y al Ayuntamiento no es el PSOE, sino el TSJ de Castilla y León con cinco sentencias en materia urbanística, además de un auto que les retira la capacidad de conceder licencias en La Rosaleda. Hablando de retirar, el TSJ anuló el pliego de condiciones para la retirada de estériles por la escasa o nula publicidad del concurso. La falta de concurrencia encareció los trabajos, con perjuicio para las arcas municipales. Los socialistas no hemos organizado campañas difamatorias contra el equipo de gobierno. No hemos insinuado cobro de comisiones por la reubicación de un centro comercial en el casco urbano -esas injurias tuvo que soportarlas López Gavela-; tampoco hemos considerado un despilfarro el Puente del Centenario ni lo hemos rebautizado con denominaciones grotescas. Sólo hemos cumplido con la labor de oposición. Al denunciar cómo cada año el señor Cortés transfiere parte de los presupuestos del área de Acción Social al Patronato de Fiestas; su justificación es siempre la misma: las necesidades sociales estaban cubiertas. Esa sí es una gran mentira, por mucho que el edil del PP insista en repetirla.