Los templarios regresan al castillo Mercado, baile y gastronomía

Los caballeros templarios que siglos atrás defendieron Ponferrada regresaron ayer a su fortaleza en un desfile de túnicas blancas, estandartes, escudos, antorchas y cruces rojas. Esta es la escenografía del que ya es uno de los acontecimientos más emblemáticos y multitudinarios de la noche templaria, el desfile en el que los ordenados caballeros del Temple recorrieron la zona alta de la ciudad, desde el paseo del Río hasta el castillo. Después de que el año pasado tuvieran que finalizar su recorrido en la explanada del albergue de peregrinos por las obras en la fortaleza, los miembros de esta Orden se encontraron un castillo restaurado y remozado. Los caballeros portaron de nuevo el Arca de la Alianza y el Santo Grial. Como ya es tradición, el ilustre maestre de la Orden del Temple regresó a Ponferrada para unirse a sus caballeros en el paseo del Río, donde les entregó ambos símbolos sagrados rescatados en Jerusalén. Allí, iniciaron su lenta marcha hasta la fortaleza para depositar allí las santas reliquias que llevan siglos protegiendo. La ceremonia concluyó con el juramento: «Yo Guido de Garda, maestre de la fortaleza de Ponferrada, comprometo a todo el pueblo de Ponferrada para que vuelva cada año a renovar este compromiso festivo con su historia y su leyenda hasta que el tiempo llegue a borrar la línea del horizonte». La capital berciana completó así su regresión al medievo más profundo. Al mercado que inundó las calles del casco antiguo con todo tipo de mercancías, desde bisutería realizada con cota de malla hasta fragancias y ropajes medievales, se sumó una representación de un juicio de la Santa Inquisición. La institución judicial y católica que atormentó, torturó y quemó a cientos de hombres y mujeres acusados de herejía y brujería volvió a actuar ayer en Ponferrada, bajo el dedo acusador de sus clérigos. Entre la vorágine de actividades, que comprendieron talleres infantiles, actuaciones musicales, cuentacuentos, exhibición de cetrería y magia, hubo un paréntesis para el placer culinario. Las calles adyacentes se impregnaron de un intenso olor a costilla a la brasa, chorizos bercianos y pinchos morunos. La ración estaba acompañada de un artesano pan de chapata y regada con un buen vino del Bierzo. En la jornada de hoy se pone punto y final a esta edición de la noche templaria. Continuará el mercado medieval en la plaza del Ayuntamiento desde las 11.00 horas con pasacalles, malabares, exhibición de cetrería, cuantacuentos y actuaciones musicales y teatrales. No faltarán los talleres infantiles en la plaza de La Encina de 11.00 a 14.00 horas y de 19.00 a 21.00 horas, y a las 12.30 horas se conocerá el fallo del jurado del concurso de ambientación. También habrá degustaciones gastronómicas. Hoy, por sólo cinco euros, se puede disfrutar de una deliciosa empanada de bacalao, brocheta de pollo y pimientos, montadito de lomo, acompañado de pan artesano y regado con vino del Bierzo. Será a las 13.30 horas. Los bailes medievales podrán el broche final a las 22.00 horas en la plaza Tierno Galván.