El Bierzo Alto contará con una planta de tratamiento de inertes en el 2008

La localidad de Santa Marina de Torre ha sido el lugar elegido por la empresa Manceñido para instalar una planta de tratamiento de residuos de la construcción y demolición que, según avanzó el presidente de la Junta Vecinal, Maximino Silván, estará funcionando en el primer trimestre de 2008. La empresa ya ha salvado los requisitos de aprobación del estudio de impacto ambiental y, el que era el último trámite pendiente, el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Norte para instalar la planta de machaqueo en una zona del valle de Santa Marina conocido como La Jota. Salvadas todas las cuestiones burocráticas, la empresa tiene previsto iniciar las obras el próximo mes de agosto, con un plazo de ejecución de entre cuatro y cinco meses. El proyecto de esta planta de tratamiento supone la construcción de dos naves. La primera estará ubicada en La Jota, donde ocupará terrenos comunales y otras fincas compradas a particulares, y se destinará a la realización de todas las tareas de separación de materiales y el machaqueo. La segunda se edificará al lado de La Nave, ocupará unos 12.000 metros cuadrados y dispondrá de almacén, talleres y oficina. Silván explicó que el ruido que producen este tipo de plantas será inapreciable desde el pueblo, al haber limitado las labores de machaqueo a la nave de La Jota. «Hace menos ruido y se oirán menos que el sonido de los compresores cuando estaba funcionando la mina de Virgilio Riesco», significó. Una vez puesta en marcha, la nueva planta de reciclaje supondrá la creación inicial de diez puestos de trabajo, que serían ampliados en un futuro en función de la actividad. Para el alcalde pedáneo, Maximino Silván, la puesta en marcha de esta iniciativa supondría la revitalización del pueblo después del cierre de las minas. Como contraprestación, la empresa que desarrolla el proyecto ya ha iniciado los trámites de compra con el Obispado de Astorga de la casa parroquial de la localidad para cederla a la Junta Vecinal de Santa Marina, cuya idea es trasladar a dicha casa el consultorio médico, en la planta baja; dejar un sala de reuniones; y en la primera planta se ubicaría un Hogar del Pensionista «porque este pueblo necesita un lugar de encuentro, para tomar un café, después de cerrarse los tres bares que había». La instalación de esta planta fue aprobada en Concejo. Aún así, hay voces críticas por su ubicación en el valle, ya que entienden que se trata de una nueva agresion al medio ambiente cuando, por otro lado, se están tratando de restaurar todas las escombreras que dejó la minería.