Alejo dice que agilizarán los papeles de los búlgaros de Corullón si tienen ofertas

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, ofreció ayer una doble vía para regularizar la situación que se vive en la localidad berciana de Corullón, invadida por más de un centenar de búlgaros en busca de trabajo en faenas agrícolas, pero la mayoría sin papeles. Alejo abrió de un lado la puerta a la flexibilidad y anunció optimista: «Si tienen ofertas de trabajo, encontrarán una respuesta ágil y rápida de la Subdelegación del Gobierno en León para que puedan trabajar legalmente». De otro lado, en cambio, pegó un portazo a cualquier omisión en el cumplimiento de la normativa en lo que se refiere a la situación laboral de ciudadanos de Rumanía o Bulgaria que pueden residir libremente en España. «Lo que no pueden hacer ellos, ni nadie es trabajar sin tener ofertas de trabajo», recalcó. Y a renglón seguido señaló que lo que se trata de conseguir de este modo es que los empleadores se sientan seguros administrativamente, y de otra parte que los empleados no sean sometidos a situaciones de explotación, «sin seguridad social, con bajos salarios o trabajando más horas», precisó Alejo. Atención conjunta Al hilo de la información difundida por este periódico sobre las condiciones penosas en las que muchos grupos se hacinan en infraviviendas o chabolas, el representante del Ejecutivo se confesó preocupado y apeló a todas las administraciones competentes en estos casos para que tomen cartas en el asunto. Lo mismo que para garantizar la seguridad y las condiciones higiénicas en esta oportunidad en Corullón. Algo, por cierto, que muchos vecinos de la localidad ya están denunciando a pesar de reconocer que el comportamiento de la comunidad búlgara, por ahora, no ha sido en ningún caso conflictivo. Alejo, en términos generales, se mostró partidario de que la norma laboral se flexibilice, pero siempre que los propietarios de viñedos o frutales en la zona faciliten la tramitación de las ofertas de trabajo para las familias búlgaras que se desperdigan por el pueblo.