Convertir la central de MSP en la catedral del carbón costará 23 millones de euros

Convertir la vieja central térmica de la MSP en Ponferrada en la «catedral» del carbón del futuro Museo Nacional de la Energía resultará una tarea ardua y costosa. Así se destila del plan de restauración de la antigua central al que ha tenido acceso este periódico y en el que se detallan las actuaciones generales que las empresas especializadas deberán tener en cuenta a la hora de diseñar los proyectos de ejecución. Para empezar, los 414.000 euros en los que acaba de salir a concurso la elaboración del proyecto básico son casi migajas si se tiene en cuenta que la estimación inicial de la rehabilitación del edificio de la Minero se ha fijado ya en 23 millones de euros. La central de la MSP, gestionada desde 1920 por la compañía y donada por el grupo Alonso a la Fundación Ciudad de la Energía el 24 de febrero del 2007, será uno de los nodos territoriales de primera fila del Museo Nacional de la Energía, que tendrá sin embargo su sede principal en la otra térmica ponferradina en desuso, la de Compostilla I, que vio nacer a Endesa en los años 50. En la de la Minero se realizará una intervención tendente a exponer y divulgar los procesos históricos de la minería del carbón y de las formas de vida y cultura de las comarcas del Bierzo y de Laciana. El plan de restauración se articulará en torno a la rehabilitación de los edificios que la componen, pero también de la maquinaria que aún atesoran y de los espacios circundantes. Para el ocio y para especialistas Su conjunto, al margen de su carácter eminentemente expositivo, dispondrá de todos los servicios ligados a los circuitos de visitas. De una cafetería «conectada con el entorno y que permita un doble uso desde el interior del centro o del exterior», de una tienda-museo, de un aula didáctica con distintos niveles y vinculada al recorrido; de talleres de distintos niveles para visitas escolares, restauración de maquinaria y otros objetos; así como de salas de exposiciones y actividades temporales. El proyecto de restauración contemplará asimismo un centro de documentación y archivo, «un espacio de uso controlado para especialistas y estudiosos». «Es importante entender», explicó a este periódico la encargada del plan museístico, Esther Aparicio, «que lo que vamos a rehabilitar ahora está al máximo nivel del patrimonio industrial de ámbito nacional». Tal percepción está en sintonía con otro de los vectores que esboza el plan de restauración y que es el del respeto de los edificios existentes. Sobre todo del principal y de la chimenea de la central primigenia. «Son los bienes que se consideran de mayor valor patrimonial y los criterios de rehabilitación y conservación afectarán tanto a los elementos arquitectónicos como a la maquinaria», subraya el documento. Para el resto de edificaciones, los criterios de la intervención son la preservación de los volúmenes, básicamente exteriores, la utilización de materiales respetuosos con el planteamiento general y la época de construcción, y la funcionalidad y facilidad de circulación y flujos de público. Restaurar maquinaria en vivo Una de las novedades de la restauración que se pretende que definan los expertos es que el equipamiento de la térmica esté abierto al público para que así pueda contemplarse, como un aliciente más, la maquinaria interior mientras duran los trabajos de su rehabilitación. Las obras en este espacio consagrado al carbón, que podrían iniciarse a final de año, también abarcarán al exterior. Al menos en la parcela propiedad de la Fundación Ciudad de la Energía, colindante con un hito arquitectónico emblemático de la nueva Ponferrada, el puente del Centenario. El equipo seleccionado programará la ambientación y el ajardinamiento de la zona de ribera del Sil, las conexiones con la ciudad -accesos y aparcamientos-, así como los servicios logísticos y de intendencia.