El pedáneo insiste en que los terrenos para las 550 viviendas no han sido cedidos

El pedáneo de Narayola, Isaac Gutiérrez, mostró ayer su indignación por el hecho de que la Entidad Pública Estatal del Suelo (Sepes) y el Ayuntamiento de Camponaraya continúen con los trámites para la construcción de 550 viviendas de protección, cuando las cerca de tres hectáreas de terreno que pertenecen a la Junta Vecinal de Narayola todavía no han sido cedidos y siguen afectados como bien comunal. «Los terrenos donde quieren construir están afectados como bien comunal y hay que cambiarlo, hay que desafectarlos y registrarlos como bien patrimonial y eso no consta en ninguna parte», aclaró. Así, Rodríguez apuntó que aunque la cesión ya fue acordada en un pleno todavía no se ha formalizado ni se ha determinado que esos 28.000 metros cuadrados tengan que ser en la parcela donde está prevista la promoción de viviendas. En esta línea, el pedáneo de Narayola no se muestra contrario a la construcción de las viviendas pero considera inadmisible que el alcalde de Camponaraya, Antonio Canedo, disponga a su antojo de terrenos que son de Narayola y no cuente con la Junta Vecinal. Y es que para Gutiérrez esta no es la forma correcta de sacar adelante los proyectos. «Hay que hacer bien las cosas y antes de adjudicar el plan parcial tendrán que asegurarse de que esos terrenos en los que van a construir son suyos y disponen de ellos», señaló. Por otro lado, Isaac Gutiérrez insistió en el abandono al que el Ayuntamiento de Camponaraya tiene sometido al pueblo de Narayola. «Ni limpia las calles y sigue dejando que el colegio y el consultorio compartan instalaciones», concluyó.