La puntilla, en una semana

Mientras Rosa Mansilla daba los últimos retoques a la asamblea de militantes que la agrupación de Ponferrada debía celebrar el 23 de mayo para elegir delegados a los procesos congresuales, la comisión ejecutiva provincial del PSOE pulía el informe dirigido a Ferraz sobre el estado del partido en la capital del Bierzo. El viernes 23, menos de un centenar de afiliados elegían una lista de 16 delegados encabezada por el ex-senador y ex-candidato a alcalde, Manuel Fernández Zanca, entre ruido de sables por la supuesta ilegalidad de la convocatoria de la asamblea. Lo que quizás ignoraban todos los asistentes a la cita en la sede de la UGT, es que 24 horas antes -el jueves 22- la Ejecutiva Federal ya había recibido un documento con media decena de puntos en el que se ponía el acento en la crisis de la agrupación y en la irreparable división y enconamiento entre los distintos sectores o familias tradicionales. El mismo escrito enfatizaba cómo el cisma ha repercutido en la pérdida sucesiva de las elecciones locales y cómo ha dañado la imagen institucional de gobiernos como el del Consejo del Bierzo. La semana horrible que conduciría a la disolución de la segunda mayor agrupación del PSOE en la provincia -en una decisión que sólo encuentra precedente en los años 80 en Salamanca- había comenzado. El lunes 26 tres de los siete miembros de la comisión gestora presidida por Rosa Mansilla anunciaron su dimisión irrevocable. Pero la trituradora de la Federal ya estaba a pleno rendimiento. La dirección nacional recibió el viernes día 30 un escrito rubricado por la Comisión Ejecutiva Regional del Partido Socialista de Castilla y León en el que no sólo se informaba favorablemente la propuesta de disolución de la agrupación ponferradina para dar paso a una catarsis estructural y a un nuevo proceso de afiliación. También se refrendaba que los esfuerzos tanto de la propia dirección regional como de la provincial para reconducir la situación estaban ya totalmente agotados. Sólo 72 horas después, el pasado martes 3 de junio, el secretario Ejecutivo de Organización y Coordinación de la Federal del PSOE estampaba su firma en la resolución que muchos militantes ya esperaban extraoficialmente, la de la disolución de la agrupación.