Diario de León
Publicado por
JOSÉ A. ÁLVAREZ FIERRO
León

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DESEO y confío en que este lunes pueda pasar del «hoy no me puedo levantar» de Mecano del lunes anterior, al «hoy me he levantado dando un salto mortal» de Tequila. Porque este domingo «puedo prometer y prometo» que... bueno, más bien, «puedo convencer y estoy convencido» de que vamos a ascender. Sí, ya sé que debemos remontar un lacerante 2-0 y que encima el Alicante lleva tres consecutivos intentos frustrados de ascender a la categoría de plata del fútbol español. Y si a la tercera no fue la vencida... no hay quinta mala. Si 300 espartanos, con Leónidas a la cabeza, fueron capaces de traer a Jerjes por la calle de amargura en las Termópilas, ¿qué no serán capaces los cerca de 8.000 bercianos que, con Amaral y sus muchachos al frente, inundarán las gradas del Toralín? Y encima, todos ellos guiados por nuestra querida Patrona, la Virgen de la Encina. Temblad, alicantinos, temblad, pues si de la primera batalla airosos habéis salido, no fue sino porque, como en Troya, nos cogisteis por sorpresa un tanto dormidos; lo que no sucederá en este segundo y definitivo asalto, con las huestes blanquiazules en vilo, y también, por qué no decirlo, al borde del infarto. 'Versioneando' aquel cantar de gesta del Romancero Viejo, hoy bien podríamos declamar: «Rey Amaral, Rey Amaral, no digas que no te aviso, que de dentro de Alicante, un ariete peligroso ha salido; llámase Joan Tomás, jugador alicantino, que en la ida dos goles ha hecho, aunque en la vuelta no tendrá el mismo tino». En esta ocasión, el cantar de gesta, o mejor dicho, de la gesta, no pertenece a romancero alguno, es breve y sencillo, si bien eficaz y te deja en el cuerpo el gusanillo. No es el himno oficial de la Ponferradina, pero como si lo fuera de verdad, pues el A Ponferrada me voy , a Segunda División de nuevo nos llevará. Con la prosa no se gana, aquí sólo se vence metiendo goles, y como ya dijo en su día Manolo Escobar: «Es que goles... son amores». Y si del verso he abusado, no puedo despedirme sin antes a nuestra Morenica una coplica haber entonado. No le voy a implorar por un milagro, pues a buen seguro no va a ser necesario; tampoco que llueva le voy a pedir, pues las predicciones de cara a este domingo apuntan ese porvenir; tan sólo voy a solicitar su ayuda para que haga todo lo posible porque esa llama prendida entre la afición blanquiazul el año del ascenso, no sólo se mantenga como hasta ahora, sino que incluso se avive independientemente de cual sea al final el resultado de la eliminatoria.

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