El Sacyl decidirá en dos semanas el futuro de los médicos de Cuatrovientos

Las incógnitas sobre el futuro laboral de los médicos que formarán parte de la plantilla del nuevo centro de salud de Cuatrovientos a partir de septiembre cada vez está más claro. Una mesa sectorial que se celebrará en Valladolid durante la primera quincena de agosto y que reunirá a la Gerencia Regional de Salud con diferentes fuerzas sindicales servirá para zanjar definitivamente la situación de los facultativos que tengan que trasladarse desde Picotuerto al nuevo ambulatorio. Al menos esto es lo que aseguró ayer el gerente provincial del Sacyl, Carlos Diez Baldeón. La medida afectará directamente a tres médicos de familia, ya que de las seis plazas totales, una es de nueva creación y otras dos son periféricas, es decir, facultativos que ejercen actualmente en Cabañas Raras y Fuentesnuevas y que pasarán a tener como centro de salud de referencia el de Cuatrovientos. «Inicialmente la oferta será de voluntariedad. En caso de que no se presenten voluntarios, entonces tendremos que aplicar los criterios de desdoblamiento que se decidirán en unos días para toda la región», aseguró Baldeón. Más de 20 trabajadores. La nueva plantilla del Ponferrada IV estará formada por más de una veintena de personas. Además de los seis médicos de familia, el grupo de trabajadores se completa con media docena de ATS, dos fisioterapeutas, un odontólogo, una matrona de área, un pediatra, dos auxiliares de enfermería, tres auxiliares administrativos y un higienista dental. Además de las áreas de salud mental y emergencias sanitarias. Reducción del sueldo. El Sacyl ya ha elaborado una serie de criterios que presentará en la mesa sectorial, siempre considerando que si el factor de dispersión geográfica —denominado G— así lo exige, los médicos que se trasladen a Cuatrovientos pueden perder el plus por desplazamiento del que disponen ahora. «Nosotros establecemos cuatro niveles dependiendo de cual sea el punto más distante que los médicos tienen que atender —el nivel cuatro es la distancia máxima y el uno el de mínima—. Si al hacer el desdoblamiento disminuye esa distancia, disminuirá también el nivel» —apuntó Baldeón— lo que podría suponer unos 90 euros mensuales menos si la reducción es de un punto —del G3 que tiene Picotuero a un posible G2—. Esto es lo que tratan de impedir los sindicatos, desde donde se propone que el factor de dispersión geográfica que tiene Picotuero se transfiera también a Cuatrovientos aunque la distancia disminuya. «Estos criterios se establecen de manera general en toda la estructura sanitaria de Castilla y León, no podemos poner el G que nos dé la gana y mantener un punto determinado cuando hay un desdoblamiento, porque entonces surgirían las demandas por agravios comparativos», aseguró el gerente provincial.