Más frío y menos reivindicaciones
El tiempo desapacible rebajó la cifra de visitantes a la campa de Villalar para celebrar el Día de Castilla y León hasta las 12.000 personas, en una jornada sin apenas incidentes y con poca movilización social.
Imagen de la campa central de la fiesta del Día de Castilla y León, en Villalar de los Comuneros, ayer.
Cerca de 12.000 personas festejaron ayer en Villalar de los Comuneros, en Valladolid, el Día de Castilla y León, que recuerda las revueltas comuneras de 1521, en un día frío, marcado por la crisis un año más y un menor tono reivindicativo ciudadano que en otras ocasiones.
La jornada, en la misma línea que la noche, transcurrió sin incidentes, según explicó a Efe el subdelegado del Gobierno en Valladolid, José Antonio Martínez Bermejo. El calor lo puso la música de los grupos de folclore tradicional a ritmo de tamboril y dulzaina y paso de jota, en una jornada fría y con amenaza de lluvia, que hizo que la presencia fuera menor que otras ediciones, ya que en 2013 fueron más de 20.000 los asistentes y 15.000 en 2012.
No faltaron los tradicionales a esta cita de Villalar, con el presidente de la Junta como el más madrugador, que arrancó a las nueve de la mañana el desfile de políticos y grupos por la localidad. En su caso, porque tres horas después debía estar en Salamanca en la investidura del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva como doctor honoris causa.
La campa de Villalar ofreció un amplio y variado programa, de la mano de la Fundación Villalar, con concursos de música, la citada exposición o la que se ofrece de «Playmobil comunero», que recrea el escenario comunero y la batalla, con más de 700 figuras y 2.000 piezas.
Momento de tensión
Los momentos de mayor tensión a lo largo de la mañana se vivieron cuando la presidenta de las Cortes, María Josefa Cirac, y el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, acompañados de otros cargos del PP, se dirigían a la carpa de la Fundación de Villalar, instalada en la campa. Allí fueron recibidos con insultos en contra por una treintena de miembros de Izquierda Castellana Yesca y Comunistas de Castilla, que portaban banderas, informa Ical.
Los insultos contra los políticos no se limitaron a las filas del PP, puesto que los jóvenes también se ensañaron contra los coordinadores nacional y autonómico de Izquierda Unida. Les acusaron de acudir a Villalar para «hacerse la foto» y les tacharon de «oportunistas». También a Julio Villarrubia algunos parados que se encontraban en la plaza con una pancarta de Parados en Movimiento le interrumpieron en varias ocasiones.