El beneficio de los parques eólicos se reducirá un 30% en cuatro años

Los empresarios del sector eólico advierten de que está en peligro una inversión superior a los 4.000 millones de euros con el decreto que regulará el régimen de retribuciones de las energías renovables y que supone una reducción de los ingresos que recibe la industria productora en, al menos, tres conceptos. Así lo señaló el secretario general de la Asociación de Promotores de Energía Eólica de Castilla y León (Apecyl), Eugenio García Tejerina, quien explicó que en estos momentos hay instalada una potencia de unos 2.400 megavatios -en 105 parques- y autorizaciones para otros 3.500 hasta 2010, con el objetivo de tener aerogeneradores con una potencia total de 6.000 megavatios. Estos proyectos suman alrededor de 4.000 millones de euros. Sin embargo, la decisión del Gobierno de revisar el sistema retributivo de esta energía pone en peligro estas inversiones ya que supondrá una reducción de más del 30 por ciento en los ingresos que reciben las compañías generadoras. En concreto, el Gobierno prevé eliminar o reducir tres conceptos retributivos: la denominada garantía de protección, la prima y el incentivo. De este modo, y de aprobarse el decreto actualmente en tramitación, los ingresos de las compañías productoras se reducirían ya el próximo año en torno al 6 por ciento, cifra que se elevaría a más del 30 por ciento en 2011 y a cerca del 40 por ciento en 2020, lo que "hace inviable muchos de los parques previstos", según indicaron fuentes del sector, que esgrimen los estudios de varias consultoras financieras y bancos que fijan la rentabilidad de estos parques en una franja que va desde el 6,5 al 7,5 por ciento. "Si el dinero que percibimos en concepto de retribución disminuye un 30 por ciento es obvio que no se parará la instalación de parques, pero otros que ya están construidos dejarán de funcionar por no ser rentables", manifiestan. Mercado o tarifa Además, estas modificaciones tendrán otra consecuencia. En estos momentos, las compañías productores operan en el libre mercado, pese a que tienen también la posibilidad de hacerlo con una tarifa fija. "Si se cambian los conceptos todas las empresas se pasarán a la tarifa, es decir, a la prehistoria, a que dé lo mismo hacerlo bien que mal porque vas a recibir lo mismo y así no hay mejora de la competitividad posible", sostienen empresarios del sector.La situación se complica más, consideran, ya que el 80 por ciento de las inversiones en materia eólica son financiadas por bancos y otras entidades que, con el cambio de normativa, pondrán condiciones más duras para insuflar fondos en el sector. Sin embargo, la queja de los productores eólicos es más de fondo: «Si se cambian las condiciones de juego a mitad del partido, se crea inseguridad y, en inversiones con plazos de amortización tan grandes -más de una década- pocas entidades quieren arriesgar porque no saben si dentro de pocos años volverá a cambiar al marco de regulación», aseguró el secretario de Apecyl. El cuadro se completa con otros elementos nada favorables para el futuro del sector: los nuevos parques se instalarán en lugares con menos recurso eólico ya que las mejores ubicaciones ya están asignadas al ser solicitadas en otras iniciativas.