Mañana comienzan a restaurar el retablo de Santo Martino

Mañana comienza la restauración del retablo de la capilla de Santo Martino, llamada también de la Trinidad, ubicado en San Isidoro. La empresa Decolesa, que ya ejecutó la limpieza de muros y paramentos en el interior de la iglesia románica, será la encargada de reparar las tallas de Santo Martino, Santa Mónica, San Antonio y Santa Lucía que decoran el retablo barroco. De los 20.000 euros que cuesta esta pequeña intervención Caja Badajoz aporta 12.000; el resto lo sufragan el Cabildo Isidoriano y donativos anónimos. En noviembre, la Comisión Territorial de Patrimonio autorizó la intervención en el retablo barroco, al tiempo que aconsejaba efectuar un cambio en la ubicación del sagrario y del arca, invirtiendo su posición -”colocando en la parte superior el arca y en la parte inferior el sagrario-”. Esta obra no se incluye en la que será la mayor restauración en la historia de San Isidoro, que incluye la rehabilitación de la fachada principal y el acondicionamiento del Museo -”incluido el Panteón Real-”, cuyo proyecto aún está pendiente, a pesar de que Caja Madrid, entidad que lo financia ha tenido cinco años de plazo.

Capilla de las reliquias. El canónigo isidoriano Santo Martino mandó construir hacia 1191 detrás del ábside norte, una capilla destinada a guardar el depósito de reliquias acumuladas a los largo de sus viajes. En el siglo XVI se transformó esta capilla siguiendo los cánones del estilo hispano-flamenco, pasando a llamarse capilla de Santo Martino. El retablo es del siglo XVII, obra del maestro Pedro Margotedo y lleva la imagen del titular. En 1513 las reliquias de Santo Martino fueron trasladas a esta capilla, apareciendo incorrupta la mano derecha, que es venerada desde entonces. De momento no hay fecha para el comienzo de las obras en la fachada principal y el museo, que financian la Junta y Caja Madrid por importe de 4,2 millones de euros. Aparte de la reforma del museo y Puerta del Perdón y del Cordero, la rehabilitación permitirá visitar la torre románica, que nunca ha estado abierta al público. Un proyecto cultural que pretende emular al Sueño de la luz , que se lleva a cabo en estos momentos en la Catedral de León, cuya filosofía es la de restaurar «en directo» y «con público». El Museo de San Isidoro es un espacio que no se toca desde 1958, cuando apenas se contabilizaban 2.500 visitas anuales, frente a las 150.000 actuales. Aunque en un principio se habló de cuatro años, no hay fecha para concluir las obras que afectarán a la fachada meridional de San Isidoro, al ábside lateral, al Panteón Real, a la Capilla de los Arcos y la cámara de Doña Sancha, así como a las pinturas murales.