Doce presos ayudan a limpiar la ermita de Santa Marina

La asociación en defensa del patrimonio leonés, Promonumenta, acude hoy a la localidad de Robledo de la Guzpeña, cerca de Cistierna, para limpiar unos restos prácticamente desconocidos hasta el momento, los de la ermita de Santa Marina, que datarían de época plenomedieval, posiblemente del siglo XII.

Como informó el presidente de esta asociación, Marcelino Fernández, en la expedición se incluyen también doce internos de la cárcel de Mansilla de las Mulas, quienes ayudarán a desbrozar este singular enclave montañés. Junto a dos educadores y treinta miembros de Promonumenta, el equipo saldrá de León a las nueve de la mañana y pasarán en Robledo buena parte de la jornada.

Marcelino Fernández también explicó que el grupo estará guiado por los historiadores Siro Sanz y Eutimio Martino, y que el trabajo se centrará en la eliminación no sólo de maleza y ramaje, sino de verdaderos árboles que han crecido en lo que fue la nave de este pequeño templo. Tras la intervención, se pretende que al menos queden visibles los muros de la ermita, apreciándose así su forma y dimensiones.

Diario de León informaba de su existencia el pasado 24 de junio, y fue entonces cuando el historiador Siro Sanz detalló que la ermita «presenta las características del románico popular del siglo XII». «Se trata de un edificio de unos 11 metros de largo por 5 de ancho, tiene planta de una sola nave, con cabecera recta más estrecha que la nave y sin apenas decoración», añadiendo este experto que los materiales con los que está construida son los propios del entorno: «Piedra caliza sin apenas desbastar, pues sólo aparece labrada en los dinteles, esquinazos y base de la cabecera».

No es ésta la única ocasión en que reclusos de Villahierro ayudan en labores de limpieza del patrimonio, pues ya han colaborado con Promonumenta en el desbroce de enclaves como Lancia o los monasterios de Sandoval y Eslonza, entre otros.