Diario de León

Audrey Hepburn, de cenicienta a princesa de Hollywood

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carmen martín | madrid
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No se sabe si fue por su elegancia y rostro angelical, por su frescura en la pantalla o por su sangre aristocrática, lo cierto es que Audrey Hepburn, tras una infancia pobre de afecto en la que el hambre también estuvo presente, como en un cuento de hadas, se convirtió en una princesa de Hollywood.

Tenía talento, gracia y encanto personal. «Audrey es un icono, está por encima de las modas. Su imagen es tan moderna y fresca como en los años 60», dice en una entrevista con Efe el escritor, periodista y editor Juan Tejero, autor de Audrey Hepburn, una princesa en la corte de Hollywood (T&B Editores). Aunque su vida sentimental ha sido objeto de muchas biografías no autorizadas, este libro presta más atención a los entresijos profesionales y a la infancia de la actriz que a su vida amorosa.

«Vivió una niñez difícil, pero tras su éxito disfrutó de una vida tranquila y discreta, ajena a los escándalos y episodios morbosos», explica Tejero, experto en temas cinematográficos.

Víctima de su madre. Nacida en el seno de una familia aristocrática en Bélgica, a Audrey Hepburn nunca le gustó hablar de su infancia, un periodo de su vida muy pobre de afecto y que siempre fue tabú. «El abandono de su padre, fue el mayor trauma de su vida», asegura Tejero. El autor cuenta que la protagonista de Desayuno con diamantes fue víctima de la distante y severa personalidad de su madre. «Era fabulosa, tenía mucho amor, pero era incapaz de expresarlo. Buscaba unas caricias que a veces las encontraba en brazos de institutrices», desveló en una ocasión Hepburn.

Por desgracia, el hambre y la desnutrición estuvieron presentes en la niñez de la actriz. Al final de la II Guerra Mundial, su familia no tenía leche, ni huevos, ni electricidad ni agua corriente, «se alimentaban con tulipanes, pan de guisante y alimentos más o menos comestibles», según relata Tejero. Emigraron a Londres, donde la protagonista de Guerra y Paz pudo continuar con sus añoradas clases de ballet y estudios de Arte Dramático, mientras la baronesa trabajaba como limpiadora.

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